Se la tendrán que tragar

Al final no hubo tanto patriotismo grancanario como esperaban los organizadores. Los miles de euros empleados en la campaña publicitaria de primeras páginas en los diarios de pago no llamaron la atención ni siquiera de los más conspicuos defensores de las esencias de la en otros tiempos gran Tamarán. En la plaza de los Fueros Reales de Gran Canaria, como se llama de modo oficial la plaza de la Fuente Luminosa, había el triple de entusiastas de la bandera que de protestantes, lo que quizá incomodaría sobremanera a los promotores de la exaltación hasta llevarles a decir cosas inadecuadas en un dirigente presuntamente democrático. Soria, por primera vez en mucho tiempo, cometió un error, un exceso verbal que estamos seguros ha rechinado incluso en los oídos de su propia militancia. De su caliente oratoria de este sábado nos quedamos con dos expresiones verdaderamente preocupantes: la oposición es cobarde por no haber venido aquí a discrepar (¿?) y los que no han apoyado esta bandera se la van a tener que tragar.