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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Ese trasiego de firmas

Esa solicitud de permiso en suelo rústico para reformar la vieja casa del Barranco del Obispo se presentó el 4 de junio de 1998 ante la Consejería de Política Territorial, entonces en manos de María Eugenia Márquez (PP), en un Gobierno bajo la presidencia de Manuel Hermoso (ATI). Ejercía de director general de Urbanismo César Muñoz. Todo parecía inicialmente predestinado al fracaso más estrepitoso dado que a la reforma de la vieja construcción se adjuntaba un proyecto para construir una bodega de 900 metros cuadrados, algo inviable en la zona por contravenir toda la ordenación urbanística, ambiental y hasta agrícola. El autor del proyecto era el arquitecto Miguel Ángel Armas Matallana, que venía a ser por entonces esposo de la que aparecía como promotora, la ya mentada María del Pilar del Río Sendino, con domicilio en Galerías Rosa. Pero, si fue la señora del Río la que firmó la solicitud que dio lugar al expediente administrativo, ¿de quién era entonces la firma que aparecía al pie del documento privado de compraventa que se adjuntaba a la documentación técnica?

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