Lo último, una radio

Afincado en la Costa del Sol, debieron acabárseles les perras a este consejero especial de Hassan II, buscado por la justicia francesa por el robo de los mencionados cheques y algunas otras anomalías más. Así que su último aviso al mundo palaciego del que formó parte fue el de montar una emisora de radio en España desde la que emitir con potencia suficiente para que en Marruecos se enteraran de las cosas que él sabía. Se quería convertir en la voz del Consejo Nacional de Marroquíes Libres y erigirse en un líder opositor, cuando, en realidad, era una pieza de cuidado al que especialmente preocupaba su supervivencia personal. Todo ello, no obstante, exige una explicación pública, sobre todo si se confirmara que nos encontramos ante un asesinato de barniz político que se ha podido producir y ocultar convenientemente gracias a la colaboración de los servicios de inteligencia e información de dos países amigos. Que una cosa es la seguridad nacional y otra que anden pegando tiros por ahí a la gente.