Una veintena de testigos

Cuando publicamos que Soria habitaba con ese estilo tan económico que él tiene el chalet de Javier Esquivel, aportamos como prueba irrefutable el Libro Mayor de contabilidad de la empresa Atlantic Buildings, que gestiona los inmuebles en alquiler del empresario portuario. En ese documento, en poder del Registro Mercantil, consta cómo el propio Esquivel asumía contablemente una deuda de más de 30.000 euros que no habían abonado los Soria en 2004 y 2005. Sin embargo, el juez instructor dio más credibilidad a unos recibos de chicha y nabos presentados por la esposa del vicepresidente, María del Carmen Benítez, que dijo que eran los que recibía de manos de la esposa de Esquivel cada día 5, cuando acudía a pagarle ¡en metálico! 1.600 euros por el alquiler. Como no nos bajamos del burro e insistimos en que dijimos siempre la verdad, hemos convocado para el juicio a una veintena de testigos, entre los que hemos propuesto a la esposa de Esquivel y a la señora procuradora de los 1.600 euros dentro del bolso de Loewe. A ver qué dicen ante el tribunal. La Fiscalía pide la absolución del imputado.