Un bravo Iberostar Tenerife no puede con la magia de Larkin

El alero lituano del Iberostar Tenerife Marius Grigonis (d) intenta cansta ante los jugadores del Baskonia Shane Larkin y Illimane Diop, durante el partido de cuartos de final de la Copa del Rey de baloncesto que se juega en el Fernando Buesa Arena de Vitoria. EFE/ADRIÁN RUIZ DE HIERRO

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

Un bravo Iberostar Tenerife ha plantado cara al anfitrión, al Baskonia, en la que ha sido su cuarta aventura en una Copa del Rey de baloncesto, un premio a su magnífica temporada. En Vitoria, el conjunto de Txus Vidorreta ha dejado pistas de por qué descuella en ACB, aunque no ha podido con un equipo local guiado por la magia del base Shane Larkin (26 puntos, 17 de ellos sólo en el último cuarto) y que no ha tenido fisuras en su rotación.

Los canarios -guiados en todo momento por el 'Sí se puede' de las pocas gargantas insulares que competían con la marea azulgrana que ha colmado el Fernando Buesa Arena- han empezado entonados e incluso tomando ventaja. Pero la intensidad de Adam Hanga y Kim Tillie en ambos lados de la pista ha terminado por inclinar el fiel de la balanza hacia el lado baskonista al descanso (45-34).

No obstante, Iberostar Tenerife nunca ha perdido la cara al choque. Quizás recordaban la remontada en el último momento en el partido liguero de noviembre en esta misma cancha. De hecho, el equipo amarillo ha ido mejorando en el rebote cuarto a cuarto, aunque no en triples (un horroroso 7 de 33). Ha pesado en los visitantes que no hayan contado con una aportación de peso de su particular 'rey de copas', un Fran Vázquez que ha pasado de puntillas por el parqué (2 puntos y 2 rebotes). Tampoco el regreso de Nico Richotti ha servido de revulsivo. 

No puede decirse lo mismo de la dupla conformada por Georgios Bogris y Marius Grigonis, que han sumado 18 y 23 puntos respectivamente. El joven lituano, de hecho, ha convertido 12 puntos en el tramo final del choque y ha mantenido vivas las esperanzas tinerfeñas. Si no fuera por Larkin, sería de largo del más valorado del choque con 28.

El carácter del cuadro canario ha quedado demostrado cuando Baskonia ha logrado a 3.46 del final una máxima ventaja de 12 puntos. Como el ciclista esforzado que se queda descolgado del pelotón pero no le pierde la cara a la carrera, los de Vidorreta -una auténtica bestia negra en Vitoria desde que dirigió al eterno rival, al Bilbao Basket- se han puesto el mono de trabajo y aprovechando el bonus han ido arañando puntos hasta quedarse a dos tiros a 44 segundos. Pero Larkin, jaleado merecidamente como MVP desde las gradas, no ha dejado opciones y ha sellado el 90 a 81 que ha quedado en el acta.

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