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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

“Para ganar al Real Madrid, Las Palmas debe hacer un partido perfecto”

Germán Dévora, Juani Castillo y Ángel López en el parque del Estadio Insular.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

“Para ganar al Madrid hay que hacer un partido perfecto, al menos ha sido así en todos los equipos en los que he estado” afirma Ángel López, trayendo como consejo al presente su experiencia en la UD, Celta, Villarreal y Betis en Primera teniendo enfrente al rival de este sábado de los amarillos, el Real Madrid.

El que fuera lateral amarillo sabe, junto a Jorge Larena, Germán Dévora y Juani Castillo. lo que es ganar al Real Madrid vistiendo la elástica de Las Palmas en el Insular.

Los amarillos debutaron en Primera en 1951/52 precisamente frente al conjunto merengue, pero tendrían que esperar veinte años para saber lo que es vencer al Real Madrid.

La primera victoria

Era la temporada 1971/72, un cuatro de diciembre, cuando Germán Dévora marcó el segundo de los tantos de la victoria amarilla sobre los blancos, para poner un definitivo 2 a 0 (el primero fue obra de Gilberto I).

“Fue tras un córner, el balón me vino rebotado y la empalmé rasa, pegada al poste”, rememora el maestro, como apodaban al ex jugador de la UD Las Palmas.

“De ese partido al que más recuerdo es a Grosso, porque era el que siempre nos marcaba”, explica sonriente, para agregar que “supuso una alegría inmensa y más en el Insular. La gente siempre tenía fobia del Real Madrid de los años sesenta, que tenía un gran equipo, por la misma historia que se dice, de que los árbitros les favorecen. La verdad es que ganábamos al Barcelona, al Atleti, al Valencia, pero al Madrid nunca. Entonces cuando lo conseguimos aquello fue una fiesta”, recuerda Germán.

El maestro aclara que a pesar del gol que hizo, hasta ese momento él era “un gran rematador de cabeza desde juveniles”. De hecho, en la temporada 1963/64, cuando el equipo ascendió por tercera vez, marcó “unos 15 goles, de los que ocho fueron con la cabeza, porque tenía a Vegazo, que me las ponía”.

Pero “tres o cuatro” partidos antes de culminar el ascenso tocaba jugar contra el Tenerife y “me dieron una patada en el rostro que me rompió el tabique y tuve por lo menos tres operaciones en la nariz. Desde entonces cogí miedo a rematar de cabeza y me empezaron a poner fuera del área”.

En la década de los setenta la UD ganaría dos veces más al equipo de la capital. En el 74 por 1 a 0 y en la temporada 1976/77 por 4 a 2, en aquel equipo de los argentinos, con Carnevali, Wolf o Brindisi.

“Ya le habíamos perdido el miedo al Real Madrid. Incluso en Copa le metimos cuatro a cero que podrían haber sido cinco. Era otra cosa y el equipo blanco ya no era tan intocable como en los años sesenta, cuando tenía un conjunto buenísimo”, explica Germán.

La épica de 1986

En 1980 llegaría la cuarta victoria por 1 a 0 y en el '82, con idéntico resultado, los amarillos volvería a vencer al conjunto blanco. Pero sin duda, la más recordada ha sido el partido de la temporada 1985/86, cuando el Insular (o al menos los que se quedaron) vivió una épica remontada en los minutos finales.

“Fue un partido muy raro”, explica Juani Castillo, “la gente se fue yendo del estadio en los minutos finales con el 1 a 3, pero lo que nos hizo ganar ese encuentro fue la gente que se quedó, con su fe nos contagiaron”.

El último gol fue de penalti, el que culminaba la machada, el que ponía el 4 a 3. Koke Contreras, el encargado de tirarlos, había fallado en Bilbao y no lo quería lanzar, pero entonces Juani Castillo recuerda que cogió el balón “porque el penalti me lo hicieron a mí y le dije: ¡Toma, venga!. Esa era la confianza que había entre nosotros siempre dentro del campo”, rememora.

Juani no saltó al césped hasta el minuto '67, con el marcador 1 a 2 a favor de los visitantes. Cuando se alineó junto a sus compañeros en el Insular, todo cambió. “El maestro, que era segundo entrenador porque aún no tenía el título pero llevaba al equipo, no me puso de inicio. Yo le pedí entrar y al final me sacó, formé el follón y salió bien”, narra.

“Son de esos partido que salen una vez en la vida. Remontar ya es difícil y si es a un equipo como el Real Madrid o el Barcelona, es muy complicado y más en tan poco tiempo. Fue una proeza impresionante. Todo lo que tocaban los jugadores amarillos de medio campo hacia arriba eran jugadas de peligro. En los últimos minutos metimos tres, pero podíamos haber marcado más” concluye Germán.

La última victoria en el Insular

Habría que esperar quince años, en la temporada 2001/2002, para ver otra gesta en el Insular, la más reciente, la última, la del golazo de Rubén Castro batiendo de vaselina desde fuera del área a Íker Casillas.

“Ese año veníamos desde las primeras jornadas con mucha confianza, sabiendo que podíamos ganarles pero siendo conscientes de que al Real Madrid sólo se le gana haciendo un partido perfecto, tanto en ataque como en defensa”, explica Ángel López.

El ex jugador amarillo Jorge Larena desde Chipre, en activo en el AEK Larnaca, donde está jugando su tercera temporada, recuerda que “tenía 19 o 20 años, fue entre semana, un miércoles, con el Insular lleno, que para mí ha sido inolvidable jugar en ese estadio, y tengo la imagen grabada de Iván Campo cuando me hace el penalti y marco el segundo. También recuerdo que al final del partido le pedí la camiseta a Raúl”.

“Son de esos partidos que se te quedan marcados, que perduran en el corazón y me hace sentir orgulloso de haber podido vivir ese momento. Jugar contra el Real Madrid siempre es especial, pero si ganas lo es más aún con el ambiente que había”, manifiesta Jorge.

Ángel destaca que “ he tenido la suerte de ganar al Real Madrid en todos los equipos que he estado y en todos ha sido la misma dinámica: un partido perfecto en el que ellos no estén acertados, que le hagamos la vida imposible, que no se viesen cómodos y hacer daño en las pocas ocasiones que se tengan, para hacerles perder el control del encuentro”.

“Así fue, nosotros cada vez que llegábamos, con el gran ambiente que se generaba en el Insular, generábamos sensación de peligro. Veíamos a los jugadores del Real Madrid desconcertados. Hierro mirando a Iván Campo como diciendo ¿qué es lo que está pasando?”, recuerda el lateral amarillo.

Partido del sábado

Ángel López reconoce que ahora es mucho más difícil hacerle frente al Real Madrid “porque hay una mayor diferencia de presupuesto”, pero no descarta la posibilidad de ganar este sábado.

Asimismo, Jorge cree que “en un partido puede pasar cualquier cosa y Las Palmas tiene posibilidades, como demostró el año pasado, donde no mereció perder ni contra los blancos ni contra el Barca. Si la UD juega sin esa presión de ganar por obligación y le quita la posesión al Madrid puede hacerles daño”.

Germán se muestra seguro al aseverar que es posible vencer al Real Madrid, ya que a su juicio “a pesar de los presupuestos cualquier equipo puede ganar a los grandes. El Villarreal, por ejemplo, le creó problemas al Real Madrid. El fútbol ha evolucionado tanto que un equipo bien ordenado y que realiza un partido perfecto puede ganar a un grande y Las Palmas puede vencer este sábado si vuelve a la línea de los primeros partidos y mantiene la seguridad atrás, haciendo un partido muy ordenado, concediendo pocas ocasiones y aprovechando las pocas que se tengan”.

La UD Las Palmas de Quique Setién

Sobre la situación actual del equipo, Ángel López cree que lo mejor que le ha podido pasar a la UD es tener nueve puntos, porque “gracias a ese colchón no tiene la presión de tener que ganar el domingo por salir del pozo, puede asumir los encuentros con tranquilidad”.

“Ahora lo que hay que tratar de conseguir es mantener el nivel todas las jornadas que sea posible, porque las crisis y los bajones se van a producir, como en todos los equipos. Pero mientras más puntos, más tranquilidad para afrontar esas situaciones”, explica.

Por su parte, Jorge revela que sigue los encuentros de la UD desde Chipre y espera que la UD siga la senda que ha empezado a andar desde la llegada de Quique Setién, que no es otra que la de “seguir creciendo para tener estabilidad en Primera, pero sin ponerse techo ni metas, como dice el 'Cholo' Simeone, partido a partido.

“Cuando las cosas se hacen bien tienen su recompensa y sobre todo espero que la afición siga disfrutando como lo hago yo cuando veo jugar a mi equipo”, advirte el jugador del AEK Larnaca.

Germán encuentra similitudes entre la UD en la que él jugó y la de Setién, porque cuando el maestro llegó al primer equipo junto a Juan Guedes, Tonono o Castellano se “encontraron unos veteranos muy buenos como Aparicio o Vegazo que nos enseñaron a ser profesionales, porque nosotros teníamos la ilusión y la calidad, pero no la experiencia”.

A juicio de Germán “es lo que está sucediendo ahora con Roque, Viera o Tana, que se encontraron con veteranos como Valerón o Ángel el año pasado y David García, Aythami Artiles o Momo en esta y han formado un bloque. A nosotros nos duró seis o siete años y yo espero que, si no los fichan, este binomio perdure”.

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