El Tenerife gesta una gran remontada para seguir creyendo

Los jugadores del CD Tenerife se abrazan tras la victoria conseguida en el Iberostar Estadio ante el Mallorca.

Canarias Ahora Deportes

El CD Tenerife se mantiene terco y no cede ante el Mallorca en el Iberostar Estadio a pesar de la necesidad de victoria del equipo balear, quienes se adelantaron en el marcador en el minuto 5 de partido.

Los de Martí reaccionaron como un ciclón en la segunda mitad. En el 48' Raillo ponía el empate con un tanto en propia meta y a partir de ahí cayó uno tras otro. Aaron Ñíguez culminó la remontada en el 52' con un disparo ajustado desde al área a la izquierda de Cabrero.

Ocho minutos después Amath ampliaba distancias y Aarón Ñíguez cerró el marcador en el 75' desde el punto de penalti, después de que Vitolo cayese en el área. Con esta, los blanquiazules suman dos victorias consecutivas y cuentan solo una derrota en los últimos dieciséis partidos que lo aúpan a la tercera posición, a ocho puntos del ascenso directo.

El Mallorca, que lució camisetas amarillas como homenaje al primer ascenso a Primera en 1960, salió mucho mejor al encuentro que su rival y el tanto conseguido por Juan Dominguez en el minuto cinco de partido lo ilustraba.

El Tenerife, flojo y lejos de su mejor nivel, solo creó una ocasión clara de gol (min. 14) en toda la primera parte con un remate de Amath Ndiaye que se fue por encima de la portería defendida por Jesús Cabrero.

Al Tenerife le costó mucho entrar en el partido y el dominio fue de los locales hasta el minuto 25. Después, cedió terreno a su rival y el juego se equilibró, pero en ningún momento el conjunto tinerfeño dio sensación de peligro y todo parecía indicar que los tres puntos que le alejaban del descenso no se podían escapar.

El técnico visitante, Pep Lluís Martí, ex mallorquinista entre otros equipos, expresaba su disconformidad con lo que estaba viendo en el Iberostar Estadi de manera ostensible.

Pero sus jugadores, sin chispa ni ritmo, no hallaban la manera de crear peligro en el área rival.

La mala noticia para el Mallorca es que solo ganaba 1-0 y todos recordaban lo que había sufrido hace quince días, cuando se imponía con comodidad al Rayo Vallecano en la primera parte y acabó pidiendo la hora con un ajustado 2-1 en el marcador.

Tres minutos de la segunda parte tardó el Tenerife en empatar (min. 48) con un autogol de Antonio Raillo, y lo hizo después de que Martí ordenara dos cambios: Tyronne sustituyó a Omar y Aitor Sanz a Aitor Sanz.

El Mallorca entró en estado de shock, que se agravó con el golazo de Aarón Ñíguez poco después (min. 52), tras un balón perdido por Moutinho.

Los nervios y silbidos en las gradas oscurecieron aún más el panorama para los jugadores del técnico Javier Olaizola, que tras el 1-3, obra de Amath y un rival crecido, no hallaban respuestas.

El 1-4 tras un penalti transformado por Aarón terminó por enterrar todas las aspiraciones de un Mallorca absolutamente negado en la segunda parte, y que sucumbió ante un Tenerife que aprendió de los errores para finalizar con un festival de juego y de goles.

La afición mallorquinista despidió a su equipo con una pañolada y gritos de “fuera”, “fuera” dirigido a los jugadores y al palco.

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