Daira Cova: “Juego en un equipo masculino, pero siempre me sentí femenina”

Daira Cova, nacida hace 36 años en la isla de Margarita (Venezuela) y afincada en Gran Canaria desde febrero de 2016. EFE/Ángel Medina G.

Efe/Pepe Aguilar

Las Palmas de Gran Canaria —

La vida de Daira Cova es sumamente compleja: Nacida hace 36 años en la isla de Margarita (Venezuela) y afincada en Gran Canaria desde febrero de 2016, compite en la Liga Canaria de Voleibol Masculino con el Club Sayre Mayser, pero se siente femenina y preferiría jugar con las chicas.

Con la visibilidad que ha dado a este tipo de situaciones en el deporte en las últimas semanas el caso de Omaira Perdomo, a la que la Federación Española de Voleibol acaba de dar permiso para jugar en categoría femenina con el Siete Palmas, equipo de la Superliga, tras formalizar su cambio de sexo, Daira Cova explica su caso Efe.

Dice siempre sintió gustó por las cosas femeninas, pero al principio no lo expresaba, por la influencia de su padre, militar.

“Me independicé a los 16 años y a los 23 empecé a estudiar la carrera de ballet. Comencé a vivir mi vida y a luchar por lo que me hacía feliz, aunque el cambio de apariencia y de vestirme como una mujer se produjo hace unos seis años”, recordó.

Sus hermanos y su madre aceptaron bien su decisión, pero a su padre le costó mucho más.

“Él se dio cuenta de que esta es una manera de vivir que yo no elegí, sino que siempre me he sentido así, y hoy en día mi papá me acepta”, asegura.

Cova se siente femenina, pero no mujer, porque considera que una mujer es “un ser valioso”, que puede llevar durante nueve meses en su vientre a una criatura que va a venir al mundo, si bien no se ha planteado cambiar de sexo porque se siente a gusto tal como está.

“En la calle no he tenido rechazo ni burlas. Algunos chicos me piropean, y a mí me gusta que me lancen flores, como decimos en Venezuela”, afirma.

Un firme baluarte en su vida es Iñaki, su pareja, un “chico-chico” -indica entre risas- que la acepta y quiere tal cual es. En febrero del pasado año, Daira dejó Venezuela, debido a la dura situación que se vive en su país, y se mudó a Gran Canaria, con la idea de residir aquí.

“Gran Canaria es muy parecida a isla de Margarita, tiene un buen clima y me encantó, y decidí quedarme. Mi pareja trabaja como fresador y es también monitor de kick boxing, y quizás montemos un negocio juntos aquí”, dice.

Al poco de llegar a Gran Canaria, Daira tocó la puerta del Sayre Mayser, donde todos la han acogido de una manera inmejorable, empezando por el presidente Cipriano Darias.

“Mi meta es ser entrenadora (profesional), y gracias al Sayre hoy dirijo dos equipos femeninos de base. He enfocado mi vida en el deporte, que me encanta y donde estoy aprendiendo bastante, aunque también tengo mi faceta artística tras estudiar la carrera de danza, y ser fundadora y profesora de una escuela de modelaje en Venezuela”, revela.

Asimismo, Cova disfruta de sus últimos años como deportista, en el equipo masculino del barrio de Cruz de Piedra.

“La temporada pasada jugué con chicas y me sentí muy bien (en una competición no federada), demostrando lo femenina que soy, y este año lo hago con los chicos. Mi circunstancia es muy compleja, pero si me diesen a elegir, jugaría con mujeres”, indica.

En todo caso, se siente muy a gusto, respetada y querida en el mundo del voleibol.

“Debes respetar para que te respeten. La disciplina, el respeto y la honestidad son valores fundamentales en mi familia, y yo desarrollé mi personalidad partiendo del respeto a mí misma”, comenta Daira.

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