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Familiares denuncian la falta de personal en la residencia pública del Bon Pastor en Barcelona

El Centro residencial del Bon Pastor, en Barcelona

Blanca Blay

La falta de recursos en el centro residencial público Bon Pastor, en Barcelona, está perjudicando la calidad asistencial. Esta es la principal denuncia que hacen los familiares de los residentes. “Era un centro modélico, incluso hablábamos del 'bombón del barrio' para referirnos a él”, dice Antonia Almenzar, representante de las familias en el Consejo de Participación del Centro. Explica, por ejemplo, que en el turno de noche se ha reducido el personal de 4 personas (una por planta) a 3, que deben estar pendientes de los 92 usuarios que pernoctan. El hecho de que no haya una persona por planta dificulta la supervisión de los residentes, muchos de ellos con un alto grado de dependencia.

“Nos consta que han habido incidencias, usuarios con un alto grado de dependencia que han tardado en recibir la atención porque no los han visto”, añade. “Una noche eran sólo dos personas”, recuerda esta familiar, que también denuncia que los ratios de personal no siempre se cumplen, ya que cuando hay una baja se tarda días a sustituir al trabajador. De hecho según Almenzar, es gracias al esfuerzo de las trabajadoras que la atención no se ve más afectada.

Una de ellas, que prefiere no revelar su identidad, comparte la visión de Almenzar. “Tenemos mucha carga de trabajo y la gente tiene más dependencia ahora que hace seis años. Una atención directa y personalizada no se puede hacer”, asegura. “Necesitamos más personal y más recursos”, reprocha esta trabajadora al Instituto Catalán de Asistencia y Servicios Sociales (ICASS). 

El equipamiento, inaugurado en 2011 y con 92 plazas de residencia y 28 de centro de día, fue gestionado durante los primeros seis años por una fundación privada sin ánimo de lucro, la Fundació Vella Terra. El año pasado el concurso para adjudicar el nuevo contrato lo ganó la UTE formada por OHL Ingesan (filial de la constructora OHL) y Asproseat, que obtuvo la puntuación más alta de entre las dieciséis empresas que se presentaron así como también la oferta económica más ventajosa.

Tanto la trabajadora contactada como Almenzar coinciden en poner en valor la buena voluntad del director del centro pero lamentan la falta de recursos y destacan que el hecho que la sede esté en Madrid retrasa cualquier proceso como tramitar una substitución. 

Asproseat y OHL: cinco residencias en Barcelona

Desde el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat  y OHL aseguran que el número de trabajadores que tienen es lo que está estipulado en el pliego. Con todo, después de una inspección realizada el 1 de marzo, fuentes del departamento indican que junto con la gestora están trabajando para que mejoren la organización del servicio: “Proponemos un refuerzo de personal puntual, organizar los cuadrantes de manera diferente”, aseguran. Las mismas fuentes apuntan que “se está haciendo un seguimiento especial para que la organización se adecue a los estándares de calidad que se piden”. Desde la Dirección General de Protección Social, aseguran que “están buscando una fecha” para encontrarse con la Asociación de Vecinos del Bon Pastor. 

Como representante de las familias Almenzar pide que se establezcan las dotaciones necesarias para un buen servicio y cuidado de los mayores. Se merecen una vida digna y recibir los cuidados y atenciones necesarios“. Por su parte desde OHL se limitan a decir que OHL Ingesan ”trabaja contínuamente para la mejora de la calidad asistencial“. 

El año pasado Asproseat y OHL ganaron también el concurso público para gestionar la nueva residencia pública y el centro de día Alchemika, en el Clot. La adjudicación despertó malestar entre los vecinos y las vecinas, que después de 13 años reivindicando un centro de este tipo en el barrio, lamentaban que fuera adjudicado a una empresa con ánimo de lucro como es OHL. Además del centro de Bon Pastor y Alchemika también llevan la gestión compartida de tres centros más: el de Mossèn Vidal y Aunós, el de Bertran y Oriola y El Molí.

Según datos facilitados por el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias en Barcelona hay 256 residencias de ancianos, de las cuales 25 son públicas y el resto de iniciativa mercantil o de iniciativa social. Con todo, hay que tener en cuenta que muchas residencias privadas cuentan con plazas públicas. De las 25 residencias públicas en la ciudad, 17 están dadas a gestión y de estas 7 son gestionadas por entidades sin ánimo de lucro, 7 más son UTE formadas por una entidad mercantil con una entidad sin ánimo de lucro y 3 son gestionadas por una empresa mercantil.

Más quejas en otras residencias 

Los vecinos del barrio del Bon Pastor reclamaban la necesidad de una residencia en el barrio desde hacía 20 años pero desde que esta unión temporal de empresas gestiona el centro los familiares han notado cambios importantes que, dicen, perjudican la atención de la gente mayor.

Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona apuntan a este medio que el consistorio “ha podido constatar la existencia creciente de quejas de familiares de personas residentes en algunas residencias de la ciudad, una realidad que ha transmitido a los responsables de la gestión de los centros y que observa con preocupación”. Aunque no detallan de qué centros se trata las mismas fuentes aseguran que no son quejas exclusivas del Bon Pastor.

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