Todavía sigue creciendo su número de fans, lo que hace comprender que las entradas para el concierto de Beach House en la Sala Apolo de Barcelona estén agotadas; y eso que al concierto del día 13 de marzo hubieron de improvisarle una segunda actuación para el 14. Ya el 15 tocarán en la Sala Riviera de Madrid, donde también han colgado el cartel de sold out.
Tras su paso por el San Miguel Primavera Sound del pasado año 2012, la banda de dream pop de Baltimore (Maryland, EE.UU.) vuelve a España con su disco Bloom aún calentito por la reciente factura. El dúo norteamericano –que es trío si hablamos de tocar en directo– lo forman Victoria Legrand y Alex Scally, quienes se juntaron en el no muy lejano 2004 para ejecutar más que música, un ambiente y estado anímicos.
Editado un primer disco homónimo de la banda que ensalzó la critica, llegó Devotion que abrió los tímpanos a más de uno por su sonido algo oscuro y una idea de trabajo que fluía del primer al último tema para convertirse en un global redondo. Así lo percibieron quienes estuvieron en el concierto del Sidecar de Barcelona en 2009; ayudó el pequeño espacio de la sala y la mucha intimidad y cercanía con el público.
Después, los discos han salido más luminosos pero mantienen esa enorme capacidad de crear una atmósfera. Teen Dream, da un paso adelante y parece superarse, es más mágico, con puntos ligeramente alegres y arriesga algo más en los temas. Para sus seguidores la canción Used to Be se erige aún como el gran tema.
Dejarse envolver…
No es un grupo para bailar, es para ser escuchado y dejarse envolver en su sonido. Beach House despiertan el imaginario y te colocan en un espacio mental particular: salpicaduras electrónicas, capas de teclados, ritmos que van con el freno puesto, los dibujos de guitarra de Scally... Se puede pensar incluso en una música de corte experimental, como un pop barroco nacido para nutrir al mundillo musical independiente.
La voz de Victoria Legrand es especial en el sentido de peculiar; tiene un color nasal pero no estridente, no fina ni delicada y que tampoco juega a ser sucia. A esto se suma su puesta en escena, su persona tiene mucho carisma, posee esa capacidad de crecer y crecer “sin hacer nada” ni con apenas interacción con el público.
En definitiva es un grupo diferente en la industria musical cuya música afortunadamente todavía no ha tocado techo. Como comentan algunos de sus seguidores “Beach House es uno de esos grupos que cuando suenan en un bar siempre hay algún cliente que pregunta quienes son”.
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