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Borrell se opone a la reapertura de las 'embajadas' catalanas alegando que permiten actos con Puigdemont

Detalle del informe del ministerio de Exteriores sobre las oficinas exteriores de la Generalitat

Arturo Puente

La delegación del Govern de la Generalitat en Bruselas acogió el pasado 31 de octubre la presentación del libro 'Més operació urnes', la nueva edición de uno de los bestsellers periodísticos del último año en Catalunya. En el acto participó uno de los protagonistas del libro, Carles Puigdemont. Una semana después, ese acto se ha convertido en uno de los argumentos con los que el ministerio de Exteriores se opone en un informe a la apertura de nuevas 'embajadas' por parte de la Generalitat.

Así lo constata el documento que el ministerio dirigido por Josep Borrell ha enviado a la Generalitat, y al que ha tenido acceso este diario. En él, además de que se permite la participación de Puigdemont en actos, se utilizan declaraciones públicas del propio expresident en conferencias sin ninguna relación con las 'embajadas' para argumentar que la Generalitat no debe tener representación exterior. Así lo explica el propio informe:

Para Borrell, las opiniones manifestadas por el expresident son “difíciles de disociar” a las del actual president Quim Torra, en tanto que el segundo se ha declarado “presidente custodio”. Eso no quita que Exteriores utilice también las manifestaciones de Torra, por ejemplo, solicitando el apoyo internacional para reclamar un “diálogo con mediación”. En opinión del equipo de Borrell, eso significa que Torra tiene “el objetivo último de celebrar un referéndum de autodeterminación”.

El informe también recoge declaraciones políticas del vicepresident, Pere Aragonès, como las manifestadas con motivo de la conferencia anual del Scottish National Party el 8 de octubre pasado. Según Exteriores, el líder de ERC “puso de relieve el ejercicio de actividades políticas por parte de la delegación de la Generalitat en Londres. Sobre esta sede en el Reino Unido, además, el informe denuncia que exhibe públicamente lazos amarillos como símbolo de la supuesta existencia de ”presos políticos“.

La reiterada queja por parte de las autoridades de la Generalitat sobre las supuestas razones políticas del encarcelamiento de los políticos independentistas es una razón contra la representación exterior que se repite varias veces en el informe. Así por ejemplo, el ministerio de Borrell argumenta que Torra no fuera invitado al III Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo porque era previsible que hablase de la existencia de personas encarceladas por sus ideas.

En el apartado de declaraciones políticas, el ministerio de Exteriores califica de “no tranquilizadoras” las palabras del conseller de Exterors y del propio Torra sobre la necesidad de “dar a conocer la realidad catalana” durante la reapertura de las oficinas de Roma, Londres y Berlín. “Estos pronunciamientos”, asegura el informe de Exteriores, “entroncan perfectamente con el objetivo de internacionalizar el procés y presentar a Cataluña como una entidad política desligada de España”. Y, como prueba de ello, aluden a que la bandera española no se halla en estas delegaciones, a diferencia de la catalana y la europea.

El informe además hace suyos los argumentos utilizados por el Gobierno de Mariano Rajoy para cerrar las delegaciones de la Generalitat al amparo del artículo 155. Según expone, el ministerio considera acreditado que tanto la red internacional de la Generalitat como la entidad Diplocat han servido para denigrar la imagen internacional de España. Una “realidad constatada”, al parecer del ministerio que dirige Borrell, que fue la razón por la que el Gobierno de Rajoy cerró las embajadas.

De hecho, el informe remitido por Exteriores está firmado por el secretario general técnico del ministerio, José María Muriel Palomino, un alto cargo nombrado por el exministro Alfonso Dastis y que estaba en el mismo puesto durante la intervención del autogobierno catalán llevada a cabo por el anterior Ejecutivo. Esta continuidad de opiniones entre administraciones de diferente color queda clara durante todo el informe, que utiliza sin distinción decisiones de uno y otro gobierno para sustentar sus tesis.

El informe del ministerio de Exteriores, que es preceptivo para la apertura de las nuevas oficinas de la Generalitat pero no vinculante, es solo uno de los tres informes emitidos por el Gobierno de Pedro Sánchez. También el ministerio de Política Territorial y el de Hacienda han emitido sendos documentos, ambos favorables a la apertura de las polémicas 'embajadas'. El departamento económico del Estado, por ejemplo, no ha visto problema en que la Generalitat reabra sus delegaciones, como sí lo ha hecho el ministro de Exteriores en su informe.

A nivel presupuestario, el equipo de Borrell alega, por un lado, que una actividad exterior “fuera de su marco competencial” obliga a su cuerpo diplomático a hacer “un notable esfuerzo” para “contrarrestar la propaganda secesionista”. Esto, aseguran, obliga a una mayor carga de trabajo para el ministerio, que detrae esfuerzos en otras materias. Por otro lado, Exteriores considera que la red de oficinas catalanas resulta ineficiente al existir ya una red diplomática estatal. Una consideración inédita para un ministerio que hasta ahora siempre se había remitido a la ley de acción exterior, que prevé la existencia de oficinas internacionales de las autonomías.

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