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El PDeCAT aprieta a Puigdemont para que no se vote la independencia en el Parlament

Pascal y Puigdemont, junto a diversos consellers, en un acto del PDECat

Neus Tomàs / Arturo Puente

La dirección del PDeCAT ha puesto en marcha todos los resortes de los que dispone para evitar que se vote una declaración de independencia. El partido de Carles Puigdemont apuesta por mantener la unidad del soberanismo y la complicidad con los comuns en la respuesta que se dé a la activación del artículo 155 que suspendería el autogobierno catalán pero sin que ello comporte formalizar la DUI.

En una reunión celebrada este lunes por la tarde en el Palau de la Generalitat, el expresident, acompañado por los coordinadores del PDeCAT Marta Pascal y David Bonvehí, transmitieron al president el rechazo del partido a que el viernes se vote en el Parlament una declaración de independencia. En la misma cita el president ha asegurado tener la intención de acudir al Senado a explicar sus argumentos contra el 155.

Esta apuesta de la formación exconvergente se ha combinado en las últimas horas con un aumento exponencial de la presión sobre el Govern para que apueste por las elecciones. Del Círculo de Economía al PSC, pasando por la mayoría de los diarios editados en Catalunya, han pedido que Puigdemont disuelva el Parlament y convoque unos comicios. Es una opción en auge para tratar de evitar el 155 y que Rajoy tome el control de las instituciones catalanas.

Los independentistas, contra las elecciones

Pero en el Govern, la solución electoral no encuentra unanimidad. Varios de los consellers del PDeCAT pero, sobre todo, sus socios de ERC y la CUP, la rechazan. A las cábalas del Ejecutivo catalán sobre cómo afrontar el pleno que el Parlament celebrará el viernes, se ha sumado otro elemento. Se trata de una encuesta, encargada por los independentistas, que desaconseja la solución electoral. Según este sondeo, realizado entre los días 21 y 22 de octubre, un 49% de los encuestados considera que unas elecciones en los próximos meses no ayudarían a resolver la situación política, contra un 38% que sí las ve positivas.

Este porcentaje cambia drásticamente cuando se pregunta sólo a los independentistas. Únicamente el 19% de quienes votarían sí a la independencia ven con buenos ojos ir a elecciones, contra el 74% que opina el contrario. La opción electoral es mayoritaria, en cambio, entre los no independentistas, con 64% que sí ve una salida en la convocatoria de los comicios.

Con los datos de esta encuesta, junto a la idea también avalada por el sondeo de que el independentismo ha ganado apoyos tras el anuncio del 155, el Govern sabe que sería difícil vender a su electorado que se ha recorrido todo este camino que ha llevado a dos líderes del independentismo a la cárcel para acabar convocando elecciones y no una declaración de independencia. Por esto, fuentes independentistas valoran como “probable” que en el pleno del viernes se acabe apostando por una fórmula de mínimos capaz de apelar a la unidad de la CUP a los comuns.

El Govern y los socialistas son conscientes de que solo una convocatoria electoral podría parar el 155. Mientras, el PP cada vez endurece más su posición, al menos públicamente. Los populares hicieron llegar la semana pasada al Ejecutivo de Puigdemont la oferta de retirar el 155 si él convocaba elecciones pero, una vez presentado por Rajoy, en el Gobierno central aseguran que en cualquier caso rechazar las medidas le correspondería al Senado, un órgano en el que los populares tienen mayoría absoluta. El líder del partido en Catalunya, Xavier García Albiol, ha ido más lejos este lunes al considerar que unas elecciones convocadas por la Generalitat no serían ya aceptables, porque estaría “contaminadas”.

Esta falta de consistencia en la oferta de Madrid de parar el 155 es un argumento poderoso para los consellers que consideran que ya no merecería la pena pagar el coste en legitimidad de convocar elecciones. Según quienes se oponen a las comicios anticipados, estos solo servirían para rebajar la legitimidad de la declaración de independencia y difícilmente llegarían después a celebrarse si el Gobierno de Rajoy no lo desea. En el PDeCAT, en cambio, consideran que paralizar la declaración de independencia podría rebajar los efectos del 155.

Esta opinión vuelve a dividir a los exconvergentes en dos esferas bien delimitadas, partido y Ejecutivo, como ya lo hiciera la semana pasada respecto a la declaración de independencia que ahora se da casi por inevitable. En el Govern varios consellers del PDeCAT apuestan por ir hasta el final y levantar la suspensión de la DUI. Mientras, en el partido se aprieta para impedirlo. Como el martes de la no declaración, será finalmente Puigdemont quien diga la última palabra.

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