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El Govern pide diálogo “sin líneas rojas” mientras Rajoy apela al derecho a decidir de todos los españoles

Rajoy advierte que impedirá la consulta: "Nadie puede decidir unilateralmente sobre el futuro de España".

Arturo Puente

Barcelona —

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reafirmó este martes su intención de no permitir la consulta catalana, durante la primera jornada del Debate Sobre el Estado de la Nación en el Congreso. De las 44 páginas del discurso del presidente, tres estuvieron dedicadas al debate soberanista catalán. En ellas los argumentos volvieron a encuadrarse dentro del discurso que el PP viene repitiendo sin variación desde que llegó al gobierno, como son la imposibilidad jurídica, la historia compartida o los eventuales perjucios para la economía. Pero Rajoy deslizó una novedad en su lista de razones: el “derecho a decidir del conjunto del pueblo español”.

“Nadie unilateralmente puede privar al conjunto del pueblo español de su derecho a decidir sobre su futuro”, aseguró el presidente, tras manifestar su “preocupación” por los catalanes. A lo que sí se mostró abierto Mariano Rajoy en la recta final de su discurso es a una modificación de la Constitución: “La Constitución puede ser reformada. Todos cuantos pretendan su modificación pueden plantearla”, recordó el lider del PP. Eso sí, “siguiendo las reglas que la propia Constitución establece”. Por tanto, una fórmula imposible sin el concurso del PP mientras dure su mayoría absoluta.

Precisamente a la modificación de la Constitución se refirió el conseller de Presidencia, Francesc Homs, para rebatir a Rajoy. “El discurso de la legalidad es absurdo, la Constitución española no establece ningún límite”, aseguró Homs, quien reconoció no haber visto el discurso del presidente. Desde la Generalitat se pidió “díalogo sin líneas rojas”, una fórmula que había utilizado un día antes la comisaria europea Vivian Reding para demandar diálogo entre los gobiernos central y autonómico.

A esta reclamación se sumó en el debate del Congreso el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida. “Si no quiere ver una España amputada”, espetó Duran, “siéntese a dialogar”. “Fuera de tópicos y frases hechas dirigidas a no sé quien, ¿cómo piensa frenar Rajoy un proceso democrático y hecho desde la legalidad en la Europa del siglo XXI?”, se preguntó desde el Parlament Jordi Turull, portavoz de CiU.

Con más dureza, el portavoz adjunto de ERC, Oriol Amorós, aseguró que la negativa del Gobierno demuestra que “no entiende Cataluña ni el panorama internacional” y que el inmovilismo de Rajoy le hace “perder legitimidad como gobernante democrático”. La portavoz de ICV-EUiA en el Parlament catalán, Dolors Camats, censuró la postura exhibida por el Gobierno, que a su juicio es “intransigente” y está “marcada por la agenda de la extrema derecha y de UPyD”.

El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, dedicó también una parte de su intervención al debate soberanista que tiene lugar en Cataluña. Rubalcaba afeó a Rajoy que toda su acción ante la “crisis catalana” sea reclamar “ritualmente” la unidad de España, al tiempo que recordó que tanto su partido como el PSC han puesto sobre la mesa una propuesta para modificar la Constitución y encaminar el Estado hacia un modelo federal. “Si hace 35 años los partidos pudimos ponernos de acuerdo durante la transición, tenemos que ser capaces ahora de conseguirlo”, zanjó Rubalcaba. Por su parte el PSC tachó de “cínico e irresponsable” a Rajoy por “hacer una defensa férrea de la Constitución sin dar alternativas”, en palabras de su diputado en el Congreso, Francesc Vallès.

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