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Los vecinos del barrio de Sagrada Familia votan el futuro uso del cine Niza

Protesta en el cine Niza de Barcelona contra la construcción de un Mercadona.

Cristina Palomar

Mientras el polémico regidor del Eixample, Gerard Ardanuy, hace las maletas, el barrio de Sagrada Familia somete a consulta vecinal el futuro del cine Niza. La plataforma Recuperem el Niza, integrada por la Asociación de Vecinos de Sagrada Familia, partidos políticos y entidades sociales, comerciales y culturales del barrio, ha organizado para estos meses de junio y julio un proceso participativo para decidir cuáles son los equipamientos comunitarios que tendrían que albergar las instalaciones del cine, cerradas desde hace más de diez años y amenazadas con convertirse en un Mercadona.

La consulta tendrá dos partes. Por un lado, los vecinos a título individual podrán rellenar una encuesta con sus propuestas y depositarla en las urnas fijas que se habilitarán a partir de este martes 2 de junio en el casal de barrio Espai 210 de la calle Padilla 210, en la sede de la Asociación de Vecinos de la calle Valencia 414, y en el casal independentista La Cruïlla de la calle Cerdeña 256. Dos urnas móviles más es colocarán los viernes por la tarde en el Mercado de Sagrada Familia y los sábados por la mañana en la Avenida Gaudí con Provenza. Por otro lado, la plataforma se reunirá con las entidades para conocer cuáles son sus demandas con el objetivo de cerrar en septiembre la propuesta definitiva que presentarán al nuevo equipo de gobierno municipal.

El barrio de Sagrada Familia, sometido a una insoportable presión turística, a un progresivo envejecimiento de la población y a una alarmante desaparición del comercio de proximidad, arrastra un déficit de equipamientos públicos desde hace años y las Inversiones del ejecutivo de Xavier Trias en esta parte del Eixample han quedado muy por debajo de la media de la ciudad. En este contexto, la posibilidad de que en el solar que ocupa el cine Niza en la calle Provenza, justo delante de la plaza de la Sagrada Familia, se construyan un supermercado y un hotel a cambio de que Mercadona recupere el interior de la isla para uso público ha provocado un enfrentamiento con el distrito que se arrastra desde el otoño pasado.

El mes de junio del año pasado, durante un tenso consejo de barrio, el regidor de CiU ya dejó claro a los vecinos su negativa a gastar 12 millones de euros en la compra el local “para construir un ateneo popular” i recordó que la operación inmobiliaria era privada. Lejos de resignarse, los vecinos del barrio no han parado de movilizarse organizando desde manifestaciones hasta campañas de boicot a Mercadona. Para la plataforma Recuperem el Niza, la pérdida del emblemático cine no sólo supone un golpe a la memoria histórica del barrio, sino que es un ejemplo más del “proyecto especulativo en un barrio ya devastado por el modelo de turismo masivo”.

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