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Artistas toledanos independientes reivindican el valor de la cultura “para todos”

Manifesta-cción cultural en Toledo

Francisca Bravo Miranda

Los visitantes que llenaron el casco histórico de Toledo durante este sábado se encontraron con música, pintura, poesía y teatro en los rincones de las principales plazas y calles de la ciudad. Pero esto no es la realidad con la que se encuentran los toledanos todos los días. O así lo denuncia el colectivo La Cuarta Cultura, un grupo de artistas, activistas, espacios culturales y ciudadanos independientes, que salieron a la calle para llenar la ciudad de color y actividad y reivindicar con su propio arte la falta de política cultural profesional.

Teatro en la plaza del Ayuntamiento, ilustraciones en la calle de Comercio, poesía en medio de la plaza de Zocodover. Colores y música fueron el preludio de un pasacalles que llevó a los artistas por el principal eje de la ciudad. Las demandas del colectivo son claras. La Cuarta Cultura señala que Toledo es “históricamente la ciudad de los artistas” y que como ciudad de las Tres Culturas, se ha levantado en base al trabajo de arquitectos, pintores, escultores y músicos. “A ellos les debemos Toledo”, señala el manifiesto por la cultura y el arte.

Ahora, la cultura se encuentra en un momento diferente y es, precisamente esto, lo que señalan debe ser la labor de los artistas, que deben seguir con la que empezaron sus antepasados. El cine, la fotografía, el cómic, son las manifestaciones artísticas que deben volver a una ciudad Patrimonio de la Humanidad porque si “aspira al cosmopolitismo, no puede vivir de espaldas a la creación artística”. Para esto, señalan la importancia de una política cultural que sea profesional, plural y con vocación de internacionalidad.

La realidad es, denuncian, lo que se ha asumido en Toledo es una aplicación cultural “restrictiva, caciquil y provinciana” tanto de las ordenanzas como de las licencias y la concesión de los contratos culturales, en definitiva de la gestión en la capital autonómica. Para cambiar esta situación, el colectivo exige a las administraciones públicas, entre las que se cuenta el Ayuntamiento y la Diputación provincial, que exista una ordenanza de ocupación “participativa y transparente” en la línea de ciudades como Barcelona o Bruselas.

Además, señalan que se debe abrir la cesión de espacios públicos para reuniones, creación y ensayos, en pos de tener una “Casa del Artista” en la ciudad. Para ello, señalan que se debe garantizar la participación abierta a los distintos agentes culturales de la ciudad para gestionar dicha ordenanza y, también, en la planificación cultural de la ciudad.

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