Denuncian el excesivo recorte estival de camas y servicios por parte del SESCAM
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) afronta el verano planificando los recursos en función de lo que supone será la actividad asistencial escatimando, a juicio de los representantes sindicales, la contratación de personal de relevo para la sustitución de las vacaciones.
En los equipos de Atención Primaria solo se sustituye a los profesionales de vacaciones en aquellos centros donde sólo hay uno y en el resto de los centros de Atención Primaria, desde junio a septiembre, los profesionales se sustituyen unos a otros, asumiendo los que no están de vacaciones las tarjetas sanitarias de los que sí lo están. La consecuencia, como denuncian desde Comisiones Obreras, es evidente: mayor carga de trabajo, mayor demora en las consultas y peor atención.
En cuanto al nivel de Atención Especializada, en todo el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha el plan de vacaciones ha comenzado ya y hasta finales de septiembre consiste en la disminución de consultas externas, la disminución de pruebas diagnósticas, la disminución de la programación quirúrgica y el cierre de camas hospitalarias.
Así en las capitales de provincia, tal como informa CCOO, se cerrarán este verano un total de 575 camas: el Hospital General Universitario de Albacete cierra 102 camas; el de Ciudad Real, 80; el Virgen de la Salud de Cuenca, 42 (que se añaden a la planta que permanece cerrada todo el año); el Hospital de Guadalajara cierra 185 camas; y, en Toledo, el Virgen de la Salud cierra 60; el Provincial 20; Parapléjicos 56 y el Virgen del Valle 30. Y ello sin conocer todavía el alcance de los cierres previstos en el resto de hospitales: Almansa, Villarrobledo, Hellín, Puertollano, Alcázar, Manzanares o Talavera, si bien en muchos de ellos será imposible que cierren ni una sola cama más, pues ya están bajo mínimos.
Concha Plaza, responsable del SESCAM de la Federación de Sanidad de CCOO, explica que si bien estas reducciones estivales han tenido lugar siempre deben atender a “criterios razonables” ya que “hay que tener en cuenta que las disminuciones de consultas, pruebas diagnósticas y programación quirúrgica y el cierre de camas hospitalarias tienen distinto impacto dependiendo de la situación de partida. Es decir: si el tiempo de espera es ‘razonable’ no tiene mucha importancia; pero si los tiempos de espera están disparados, como ocurre en Castilla-La Mancha en los últimos tres años, donde en el mejor de los casos se sitúan en cinco meses, lo que se consigue es incrementarlos todavía más”, advierte.
La responsable de CCOO añade también que “se pueden programar menos intervenciones quirúrgicas durante el verano, pero es imposible calcular cual será la necesidad de las camas de las áreas médicas (las no quirúrgicas). Lo que viene sucediendo es que se cierran camas en exceso; de repente se colapsan las urgencias y hay que abrir de manera improvisada, como no hay suficientes profesionales, de nuevo hay que improvisar, y así todos los años…”
“Todo el plan del SESCAM para los meses de verano”, resume Plaza, “se basa en tratar de recortar los costes que suponen las sustituciones del personal; en lugar de diseñarse en función del criterio razonable y ético que es atender a las necesidades asistenciales de la población”.
Para la sindicalista “los responsables de la sanidad de Castilla-La Mancha tienen la obligación de garantizar la asistencia las 24 horas del día los 365 días del año, y eso sólo se consigue disponiendo los recursos necesarios, por lo que es de gran importancia que la financiación sea la adecuada”.
“¿Hay que cumplir los presupuestos? ¡Si! Pero hay que presupuestar adecuadamente. Y así, muy probablemente, no se necesitaría habilitar posteriormente más dinero para bajar la lista de espera, -15 millones en 2014-, enviando a los castellano-manchegos a una ruta delirante por el resto de España” concluye Concha Plaza.
