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Guadalajara frena la construcción del 'pisito del duque' en el Palacio del Infantado

Palacio del Infantado

Raquel Gamo

Evitar que el Ministerio de Cultura construyese una vivienda de lujo destinada al uso del duque Íñigo de Arteaga en el interior del Palacio del Infantado. Esa era la consigna de la plataforma ciudadana Abraza el Infantado, que durante varios meses ha encabezado una protesta cívica para defender que el monumento más emblemático de Guadalajara continúe funcionando como Museo Histórico Provincial. Un objetivo que parece estar más cerca, después de que el Ayuntamiento de Guadalajara denegase en noviembre la licencia a Cultura para la ejecución del proyecto. “Es el éxito del valor de los guadalajareños que han dicho basta y se han levantado contra lo que consideraban una injusticia, un abuso”, afirma Jorge Riendas, a eldiarioclm.es

El origen del conflicto se sitúa en una sentencia judicial de 2009 que otorgaba al actual Duque del Infantado el derecho de habitación ocasional en alguna de las dependencias del palacio renacentista, ubicado en el centro de Guadalajara. El noble reclamó entonces al Ministerio de Cultura, titular del edificio, que satisficiera este derecho. 

Como respuesta a esta demanda, el Estado encargó el diseño del proyecto, que recogía la construcción de un dúplex de lujo de 400 metros cuadrados en el interior del antiguo Torreón del Archivo histórico de Guadalajara. La inversión de la obra ascendía a medio millón de euros. La nueva edificación privada, según detallaba la resolución judicial, no debía interferir en el uso cultural que desempeña el palacio como sede del Museo Histórico Provincial de Guadalajara. “Es una locura plantear en el siglo XXI que un particular por el mero hecho de pertenecer a la nobleza pueda disfrutar de un pisito en el edificio más emblemático de la ciudad y por ello los vecinos se han movilizado para proteger su patrimonio”, asegura Riendas.

Precisamente, la naturaleza cultural del monumento ha sido la pieza clave sobre la que este movimiento ciudadano ha basado su reivindicación en defensa del futuro de este icono del patrimonio de la ciudad. En este sentido, la normativa urbanística refrenda la incompatibilidad de dotar de un uso público y privado al edificio de manera simultánea. En concreto, la ordenanza nº 9 del Plan de Ordenación Urbana (POM), que cataloga al palacio como una parcela para equipamiento sociocultural, prohíbe la construcción de una residencia privada en el Infantado.

Una limitación que ha resultado determinante para que el Ayuntamiento de Guadalajara haya decidido rechazar la licencia de construcción del inmueble al Ministerio por estimar que “el proyecto incumple la legalidad actual”, tal como reconoció Antonio Román, alcalde de Guadalajara, una vez que se hizo público el informe de los técnicos municipales. Esta decisión coincide con las manifestaciones, que previamente realizó el primer edil, cuando en octubre afirmó que “si la ordenanza municipal impide que se habite el Palacio, el Ayuntamiento dirá que no se puede habitar en el Palacio. Da igual que lo pida el Ministerio o el último ciudadano, que es el primero de Guadalajara”

Para Blanca Calvo, ex directora de la Biblioteca y miembro activo de Abraza el Infantado  “el Ayuntamiento ni siquiera debería haber admitido a trámite la solicitud de licencia del Ministerio porque la ordenanza urbanística impide que se habilite el palacio como vivienda y, hay que buscar otra solución como el resarcimiento económico del Duque”. Así mismo, cree “excesiva” la iniciativa de Cultura de construir el dúplex “para cumplir con la sentencia” y asegura que “hubiera bastado con señalar unas dependencias en el palacio”.

El dictamen que deniega la licencia urbanística para desarrollar las obras se puede recurrir e incluso, según apunta Jorge Riendas, de no alcanzarse un acuerdo entre las partes, podría desembocar en un pleito contencioso-administrativo. Desde Abraza el Infantado confirman a este medio que no tienen constancia de que los abogados del duque hayan recurrido por el momento el fallo del Ayuntamiento de Guadalajara.

¿Cuáles son las alternativas?

La denegación del permiso para la edificación de una vivienda para la Casa del Infantado en el propio palacio por parte del Ayuntamiento de Guadalajara abre la vía a estudiar otras alternativas con las que se dé cumplimiento a la sentencia judicial. 

Entre ellas se encuentra la adaptación de las antiguas estancias del edificio que sirvieron de residencia a otros cargos de la biblioteca y del museo provincial hace años. Una posibilidad que ya ofreció Román, después de que conocerse que no concedía la licencia al Ministerio: “Se da la alternativa al Ministerio de modificar el proyecto. A juicio de los técnicos municipales esa vivienda cabría en las viviendas que hay en el propio Palacio, la que ocupaba la bibliotecaria, doña Blanca Calvo o la gente que del Archivo Histórico, que han estado durante décadas viviendo allí”, admitió el alcalde.

Sin embargo, el uso de las antiguas viviendas del Palacio del Infantado como casa para el noble ha sido descartada por el Ministerio de Cultura, porque, según defiende  este departamento, “uno de los objetivos al cumplir la sentencia del juzgado de primera instancia nº 5 de Guadalajara era que los espacios reservados al duque del Infantado no interrumpieran ni alteraran el funcionamiento del museo” y precisamente “el acceso a las viviendas que existían en el Palacio del Infantado se produce por la entrada principal al edificio”. La opción de ocupar estas dependencias se trata de una propuesta que presentó la senadora de Podemos, Virginia Felipe, al ministro Íñigo Méndez De Vigo en una sesión celebrada hace algunas semanas en la Cámara Alta.

Riansares Serrano, senadora del PSOE por Guadalajara afirma a eldiarioclm.es que “nuestro partido está en contra de que se construya el piso en las antiguas viviendas porque estas estancias están ubicadas en el área más emblemática del Infantado, se accede a ellas por la puerta principal y el patio de los Leones e interferiría en la actividad cultural del museo”. Con respecto a la sentencia, Serrano puntualiza que “se puede cumplir de muchos modos, buscando otra ubicación u ofreciendo una compensación económica al duque.

Por su parte, el Ministerio contestó a Serrano en ese mismo Pleno que “no dispone aún del proyecto de ejecución de la vivienda proyectada para el duque en el Palacio del Infantado de Guadalajara” y que “la contratación de su redacción se iniciará cuando se disponga de las licencias y autorizaciones correspondientes”. Un argumento que desde el PSOE interpretan como que “el Ministerio  no redactará el proyecto de ejecución en los términos previstos”. Antes de que el Ayuntamiento alcarreño le comunicara su inviabilidad, Cultura invirtió 20.000 euros para que se redactara el proyecto básico de la reforma del Infantado.

La plataforma Abraza el Infantado confía en que el Ministerio respete el espíritu de la sentencia de no afectar a la función cultural que se desarrolla actualmente en este inmueble, declarado Bien de Interés Cultural. Además, desde este movimiento ciudadano recalcan como posible salida al conflicto legal indemnizar al duque, mediante la conversión del derecho de habitación en derecho de crédito.

La actividad de protesta de esta plataforma arrancó en el mes de septiembre, tras conocer en detalle los planes del Ministerio para construir ‘el pisito del Duque’ en el interior del Torreón del Archivo. Desde entonces, su labor se ha centrado en mantener una interlocución directa con las diferentes administraciones implicadas, - Gobierno, Ayuntamiento de Guadalajara y Junta de Castilla-La Mancha, con el objetivo de difundir su reivindicación y tratar de encontrar otras soluciones a la ejecución de la sentencia que otorga al duque el derecho de habitación eventual en alguna de las áreas del Palacio del Infantado.

Además, durante estos tres meses de actividad, los ciudadanos que integran este movimiento, -más de 1.000 personas- han organizado diferentes mesas redondas, exposiciones y actos para informar y debatir sobre la historia del monumento, el convenio de la cesión parcial del edificio al Estado en 1960 y el proyecto de la vivienda del duque, foco del conflicto. Entre las averiguaciones a las que ha llegado esta asociación destaca un hecho que pone en cuestión que la propiedad del Infantado pertenezca al Duque Iñigo de Arteaga. El registrador de la propiedad, Ignacio de la Fuente y el notario, Carlos Monedero cuestionaron que la propiedad del edificio corresponda al noble durante el segundo coloquio celebrado, porque no figura ningún documento de propiedad en el registro mercantil que lo acredite, desde finales del siglo XIX.

El Museo

La Junta de Castilla-La Mancha ultima el proyecto museográfico con el que pretende ampliar la oferta cultural que en la actualidad presta el Museo Histórico Provincial de Guadalajara en el Palacio del Infantado, el museo con mayor antigüedad de España. “Se trata de dotar de contenido al museo con nuevos servicios, talleres de restauración y una colección permanente mediante un proyecto museológico que ya hemos remitido a la Consejería de Cultura”, explica Fernando Aguado, director del Museo Histórico Provincial de Guadalajara.

El Ministerio de Cultura, que posee la titularidad estatal del palacio, será el encargado de autorizar finalmente el proyecto. Las obras, cuya financiación supera los 20  millones de euros, corresponden al Estado y se concentrarían en rehabilitar el edificio de forma integral para adecuar los espacios al futuro museo. Las nuevas dependencias del centro expositivo ocuparían la segunda planta del Torreón que ahora el Ministerio había reservado para diseñar el dúplex de más de 400 metros cuadrados para el aristócrata y su familia. El proyecto será presentado previsiblemente por el Gobierno regional a lo largo del primer trimestre de 2018.

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