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Francesc Pedró: “La tecnología lo ha cambiado todo, menos la escuela”

Las nuevas tecnologías en las aulas

Carmen Bachiller

 “La innovación educativa es hoy un imperativo económico, social y tecnológico”. Lo decía este lunes en Toledo, Francesc Pedró, jefe del Área de Políticas Sectoriales y TIC de la UNESCO.  El reconocido profesor e investigador  ofrecía una conferencia magistral en el seno del Foro ‘Innovación, tecnología y cambio educativo’ organizado por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes y la Fundación Santillana.

El profesor centraba su charla en cómo la tecnología se puede convertir en herramienta para transformar el sistema educativo pero, a su juicio, eso aún no se ha producido en España. Pide “avanzar” hacia un nuevo sistema educativo. Lo exige el contexto español pero también el internacional. “Es muy difícil saber qué va a pasar en los próximos 15 años pero las tecnologías tendrán un papel transformador muy importante”.

Pedró ha puesto de manifiesto la necesidad de acompasar el ritmo en el ámbito educativo con el que marca el mercado laboral.  Y ha puesto varios ejemplos centrándose en las tendencias del contexto internacional.  El crecimiento más  “espectacular”, explicaba, es la tendencia a preparar a los alumnos para “encontrar soluciones a problemas que se plantean por primera vez. Es algo que crece en las economías desarrolladas” y ponía un ejemplo: “¿Cuánto exámenes de Secundaria en la región se hacen en equipo? Porque buena parte del tiempo a partir de los 18 años los alumnos lo pasarán resolviendo problemas en equipo con gente de otras disciplinas. Y eso no se practica en el sistema educativo”, lamentaba.

“La tarea de las escuelas es hoy mucho más compleja, no basta con impartir conocimientos sino que hay que construir competencias”. De ahí deriva el “imperativo económico” para el profesorado que en los últimos 30 años ha centrado su labor en “evaluar determinadas rutinas” que ya no demanda el mercado. “Funciones en los bancos o las cajas en los supermercados…eso lo hará más rápido cualquier sistema de inteligencia artificial”, explicaba.  

“Esas rutinas suelen ser nuestra tarea como profesores:  Examinar las tareas cognitivas, pero el mercado laboral demuestra que donde hay crecimiento es en otros ámbitos que tendemos a menospreciar y me refiero a tareas no rutinarias pero manuales como pueda ser la que realiza un fontanero”.

Otro de los ‘imperativos’ para el profesorado pasa por educar teniendo en cuenta el concepto de ‘ciudadanía global’. “Hoy convivimos con gente que entiende el mundo de manera distinta” y junto a eso, añadía, “tenemos una complejidad social enorme,  con desafíos para los que hay que preparar a los jóvenes y no se habla de ellas porque no sale en los programas educativos”. Ponían un ejemplo aludiendo a  EEUU donde “no se habla del calentamiento global”, en el ámbito educativo.

Cubrir las “carencias” de los padres para no generar “huérfanos digitales”

Otro aspecto que ha abordado como ‘imperativo social’ es la necesidad de que el sistema educativo sirva para cubrir las “carencias” de los padres vinculadas a las nuevas tecnologías. “Un 30% de la población activa dice sentir el efecto de la tecnología. Padres y madres de los alumnos que están en vuestros centros esperan que en  la escuela ocurra algo y que se maximicen las oportunidades que da la tecnología”. Es el mensaje que lanzaba Francesc Pedró al profesorado.

 “Cada vez hay más padres convencidos de que sus hijos deben aprender en un contexto donde la tecnología esté cada vez más presente. Ellos  no saben cómo educarles en el mundo digital”. En este sentido, aseguraba, “miran hacia la escuela”, la única que puede evitar que se conviertan en “huérfanos digitales”.   

“La tecnología lo ha cambiado todo, menos la escuela”

Un tercer ‘imperativo’ para los profesores y maestros tiene que ver con el aspecto “moral”, señalaba el investigador.  “La innovación es, por encima de todo, una exigencia pedagógica de los alumnos”. En este punto se refería también a la “drástica reducción” de las inversiones educativas que, dijo, no tener claro que hayan impactado negativamente en el sector educativo por una razón: “El esfuerzo del profesorado.  Hay una presión para que con menos dinero se haga más, y los docentes lo hacen”, pero lamentaba, a estas alturas,  “la tecnología lo ha cambiado todo, menos la escuela”.

Hacia dónde va la innovación: suprimir las asignaturas y potenciar la robótica

Francesc Pedró se ha referido también a las tendencias en innovación “a pesar de que no tengamos un observatorio internacional que nos permita medirlo”. Las más extendidas, decía, son las que afectan al currículum y en particular se refería a lo que está ocurriendo en países como Finlandia, Singapur, EEUU o Canadá donde se tiende a suprimir las asignaturas. “Hay que recordar que el informe PISA no evalúa contenidos sino competencias”, apostillaba.

Insistía en la necesidad de “evitar la orfandad digital” y aludía al uso del teléfono móvil por parte de los alumnos y cómo rentabilizarlo. “El mensaje es que en los bolsillos de los alumnos hay un potencial de oportunidades y de innovación”.

También apuntaba a la tendencia de prestar más atención a aquellos contenidos que tengan que ver con la ciencia, la tecnología, las ingenierías o las matemáticas (STEM), que en algunos lugares se extiende a STEAM, para introducir las artes. “La riqueza de mañana depende de la capacidad de producir nuevo conocimiento” y, añadía, “nos guste o no, es en esos ámbitos es donde está la innovación”.

También señalaba la cada vez más frecuente promoción en las aulas de la programación y la robótica. “Son obligatorias ya en algunos países como Estonia o Inglaterra (en este último caso entre los 7 y los 15 años o en Costa Rica” y recordaba cómo la  industria de las nuevas tecnologías ya está denunciando  la falta de personal especializado.  

Otro punto que abordaba en su conferencia tiene que ver con el género. “Las chicas obtienen muchos mejores resultados en ciencias y matemáticas pero cuando escogen su carrera no se suelen ir a estos ámbitos”, lamentaba, para abogar por trabajar para que “el talento no se pierda” y aludía a datos de EEUU donde se calcula que “la productividad en las empresas aumentaría en un 10% con las chicas incorporadas, por ejemplo, a las ingenierías”.

La “personalización” en clase es “una solución necesaria y exitosa”

El profesor se refirió también durante la conferencia al Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) que, aseguró, “emerge como nuevo estándar pedagógico”. En este punto comentó que la “personalización” de las clases “es una solución necesaria y exitosa” que lleva “años” preconizándose en Canadá, Dinamarca o Finlandia. “Del docente no solo se espera que se enfrente al grupo. Tenemos que organizarnos en los centros de otra forma para lograr la personalización”, aseveraba.

Alertó también de los peligros de confundir algunos términos. “La tecnología no es innovación sino  una ventana de oportunidad para la innovación”. Y es que, aseguraba, “usar una Tablet en clase, como mero soporte, solo es un espejismo en materia de innovación”. No basta con dar el salto desde una pizarra, a un ordenador o un ‘tablet’, sostiene, porque “lo que tenemos que  saber es si el cambio de dispositivo me permite hacer cosas distintas”.

En este sentido, advierte que “si no cambian las condiciones en las que se trabaja, el sistema suele fagocitar a la tecnología. Hacemos lo mismo que antes pero con apariencia de modernidad que, por cierto, nuestro dinero nos cuesta”. Pedró apuntaba tres elementos clave en lo que él llama “la ventana de oportunidad”.

Por un lado, el contenido que es el “rey”. Las posibilidades gracias a la tecnología son enormes“. Después, las aplicaciones para hacer más eficientes las tareas de docentes y alumnos y finalmente las plataformas digitales, ”el caballo de batalla más reciente“ que permiten acumular información para docentes, padres y alumnos y que, a la larga, ”pueden generar algoritmos que nos digan si un alumno está en riesgo de desconectar y exige intervención personalizada“.

Además, asegura que la verdadera innovación soportada por la tecnología promueve cambios pedagógicos de segundo orden. Por ejemplo, sugiere “usar la tecnología para que el alumno acceda al contenido y después  a la sesión de trabajo en el aula en vez de a la explicación del contenido por parte del profesor”.

La Junta apostará por la “participación” para lograr el cambio educativo

“Gracias a la tecnología podemos hacer en clase cosas bien distintas”. Un mensaje de Pedró al que se sumaba el consejero del ramo, Ángel Felpeto que apuesta por la “participación” para definir el futuro educativo de Castilla-La Mancha

 “Hay que recuperar la ilusión del profesorado y eso solo es posible desde el cambio”, decía el consejero que habló de recuperar el “espíritu” del año 2000, cuando Castilla-La Mancha recibía las competencias en materia educativa, con un modelo donde “los recursos son necesarios pero no lo son todo”.

Felpeto ha comentado que, desde distintos foros de participación que se organizarán en las cinco provincias y en iniciativas como las jornadas dirigidas a las familias que van a tener lugar en las próximas semanas, se seguirá avanzando en “ese necesario espíritu de participación que deben presidir el sistema educativo, así como en la importancia de valorar y reconocer el trabajo del profesorado”.

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