SATSE puntualiza que la presión en Urgencias es alta sólo en el Hospital de Toledo

El sindicato de Enfermería, Satse, ha denunciado la “recurrente” falta de previsión de las comunidades autónomas ante el incremento de la presión asistencial por la incidencia de la gripe, que está causando como cada año colapso y saturación en los servicios de Urgencias de “prácticamente todo el país”. De esta manera los profesionales sanitarios están “absolutamente desbordados” y los pacientes están en “camillas y sillas de ruedas por los pasillos”, y con “esperas de resultados superiores a las 48 horas, espacios sin cortinas ni biombos que ofrezcan cierta intimidad”.

Sin embargo, desde la organización sindical a nivel regional quieren puntualizar que no está existiendo “mucha presión” en el servicio de Urgencias, debido a que “se contrata personal y se abren camas”. Así lo explica el secretario general del sindicato en Castilla-La Mancha, Juan Francisco Ruiz, quien puntualiza que el único centro que está dando problemas es el de Toledo.

En el caso de la capital autonómica, esto se debe a que el centro se ha quedado “pequeño” y “limitado” en su servicio de Urgencias. “Las Urgencias de Toledo son muy pequeñas, con características que no son las adecuadas para la atención”, explica Ruiz. Sin embargo, señala, ya se están abriendo camas en el Hospital de Parapléjicos para paliar la situación.

En el resto de la región, señala, ha habido “cierta presión” (tiempos de espera) en los servicios de hospitales como el de Albacete pero se han abierto camas para ello. En otros centros como Cuenca, Valdepeñas, Guadalajara, Puertollano “no hay gente esperando”. Tampoco en Ciudad Real, donde se sitúa la sede del sindicato.

La amenaza de quedarse sin camas

Sin embargo, Ruiz advierte de que si la situación de la gripe se extiende en el tiempo, podría llegar un momento en el que los centros simplemente se queden sin camas. “La máxima incidencia [de Urgencias]está prevista en la segunda quincena de este mes, pero se están ajustando las camas. Mientras sigamos teniendo camas no habrá problema. Pero sí en el momento en que se agoten, porque no podremos aliviar la afluencia”, afirma el sindicalista.

Entonces, “habrá hospitales que tendrán problemas y otros que no, por su capacidad de cama”. Sin embargo, Ruiz afirma que se está contratando el personal necesario y la apertura de las camas se ajusta a las necesidades de cada centro, si bien reconoce que en fines de semana o festivos, el servicio es mucho más lento.