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2014 y 2015: cuando las Urgencias en Castilla-La Mancha colapsaban con el PP al mando

Hospital Virgen de la Salud en febrero de 2014

Francisca Bravo Miranda

El PP ha querido hacer de la crítica a la gestión sanitaria de Emiliano García-Page su bandera en los últimos meses. Los dirigentes 'populares' han denunciado sin cesar el “caos sanitario” en el que se ha sumergido la sanidad castellano-manchega, aprovechando también las voces de colectivos como la Asamblea por la Sanidad Pública de Toledo o los sindicatos que tienen presencia en los distintos centros que también se han manifestado ante el nuevo “colapso” por el que han pasado las Urgencias de distintos hospitales. El PP trae este tema nuevamente a colación al Pleno de las Cortes regionales en forma de debate.

Sin embargo, el colapso en las Urgencias es uno de los temas que marcó profundamente, junto a los recortes, la gestión sanitaria del Gobierno de María Dolores Cospedal y el entonces consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echaniz. En el invierno de 2014, los profesionales sanitarios elevaron también sus voces a lo largo de la región para denunciar un sistema que no estaba funcionando y estaba poniendo en riesgo a los pacientes que acudían para ser atendidos.

Muy similar a la carta que los médicos de Toledo enviaron recientemente tanto al Sescam como al juzgado de guardia es la misiva en la que se denunciaba las muertes de dos pacientes en camillas en el pasillo. Entonces, los médicos de Urgencias tachaban su situación como “caótica” al sufrir “sobresaturación” de pacientes pendientes de ingreso en planta y también la llegada a un punto “insostenible” con la muerte de los dos pacientes a finales de diciembre de 2013. La carta se conoció, eso sí,en febrero de 2014. Además, reprochaban a la dirección del Hospital Virgen de la Salud de Toledo el no haber dado soluciones al problema, a pesar de haber comunicado “en diversas ocasiones” el estado del servicio.

Las imágenes de las urgencias del hospital toledano se publicaron por todos lados, y el colapso era innegable. Los trabajadores reclamaban a los directivos que abriesen plantas y más camas para poder hacer frente a la demanda ciudadana. El SESCAM, por su parte, negaba que hubiera plantas cerradas en los hospitales y achacaba la situación a la gripe pero los colectivos reclamaban que no se trataba de algo puntual, sino “reiterado” que se debía a los “ajustes” que llevó a cabo la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Hospitales colapsados a lo largo de la región en el último año del PP

En 2015, las Urgencias no pasaron por mejor momento. A principios de enero de ese año, el sindicato de enfermería, SATSE, denunciaba de forma detallada el estado de las Urgencias de diversos centros a lo largo de toda la región. Exigiendo la apertura de camas cerradas y la contratación de más profesionales para “poner fin al colapso en Urgencias”, la organización aseguraba que el total de camas cerradas en los centros castellano-manchegos llegaba a las 700, y que la saturación se producía incluso antes del pico de máxima actividad de la gripe.

En Villarrobledo, relataban, fue necesario doblar las camas en habitaciones individuales, mientras que los pacientes pendientes de ingreso en Ciudad Real llegaron a superar los 50 mientras que la apertura de 75 camas se hacía insuficiente para poder hacer accesibles el servicio de Urgencias. Tanto en Cuenca como en Guadalajara fue necesario abrir plantas que se encontraban cerradas en los hospitales, debido a la “presión” que sufrían los profesionales de Urgencias.

SATSE calificaba como “especialmente complicado” el panorama de los hospitales de Toledo y Talavera, ya que los pacientes debían esperar en los pasillos a ser hospitalizados. Por eso, reclamaban que no se entendía la “falta de previsión” del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y por qué se esperaba a “tomar medidas cuando los pacientes en camillas se agolpan en las Urgencias y hasta en los pasillos”.

Tras este escrito de denuncia del sindicato, el entonces consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, respondía que se había abierto 240 camas nuevas y que se había contratado 200 profesionales sanitarios para atender el aumento de los casos urgentes. Curiosamente, se trata de cifras casi exactas a las anunciadas hace pocos días por el Gobierno de Emiliano García-Page.

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