El cambio de la monarquía se esconde en los elogios al rey
“Una persona extraordinariamente generosa”, el responsable del régimen de libertad y derecho de la España actual, o “el Rey de la Concordia”, han sido los apelativos 'populares' dirigidos al Rey tras conocerse su abdicación en su heredero, Felipe de Borbón. Vicente Tirado, presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha llegó incluso a hablar del “amor que ha demostrado con España”, incidiendo en la generosidad de la figura en su reinado en la nación. En la misma línea se ha mantenido el delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, quien señaló que es necesario mostrar la gratitud hacia el Rey, por “el trabajo realizado por España”. Por su parte, Leandro Esteban, portavoz del Gobierno señaló que el objetivo de concordia que se planteó el monarca en el inicio de su mandato se ha cumplido en España. Las tres personalidades han señalado también al principe Felipe como la figura más preparada para seguir los pasos de su padre.
Por su parte, el Grupo socialista regional señaló el cambio en la monarquía como el inicio de un nuevo tiempo en España, señalando al Rey como una figura clave en el establecimiento de la democracia en el país, destacando que su reinado ha “coincidido con los años de mayor prosperidad y con el mayor periodo democrático de la historia de este país”. Además, los portavoces socialistas han señalado que esperan que Felipe tenga los máximos aciertos que ha tenido su padre “durante tantos años en España”.
Izquierda Unida, a través de su coordinador regional, Daniel Martínez, ha asegurado que la decisión real cierra el ciclo democrático abierto en 1978, lo que finaliza una etapa que ha calificado como del ayer. Así, Martínez ha señalado también la necesidad de una nueva democracia y que los ciudadanos sean capaces de decidir el modelo de Estado que desean, haciendo referencia clara a la posibilidad de un referéndum para que todos decidan si el país debe seguir como monarquía o valorar el modelo republicano. Desde Izquierda Unida se ha señalado también que la monarquía está rodeada de corrupción, y que ha perdido crédito en los últimos años, por lo que es necesaria una regeneración.
