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Entre el freno al bipartidismo “endogámico” y el miedo a los “malabaristas”

Foto: EFE

Alicia Avilés Pozo / Europa Press

Nunca una campaña electoral arrancó en Castilla-La Mancha con tanta pluralidad en las expectativas, y por tanto, con llamamientos y argumentos tan diferentes a la hora de comenzar a pedir al voto, por parte de las formaciones políticas que saben de sus posibilidades de conseguir representación en las Cortes regionales. En las elecciones castellano-manchegas más igualadas de la historia, la simbólica pegada de carteles ha reflejado las expectativas de todos los candidatos y su llamamiento al voto con el mismo argumentario que cada uno de ellos ha querido ya dejar patente en la precampaña: entre el freno al bipartidismo por el que apuestan fuerzas emergentes, el miedo a los “malabaristas” del PP de Cospedal y la apuesta por regresar al bienestar que defienden los socialistas.

Es la presidenta de Castilla-La Mancha y candidata del PP a revalidar el cargo, María Dolores de Cospedal, la que más claro ha dejado en su discurso el miedo a lo que ya apuntó ayer el CIS: la pérdida de la mayoría absoluta que le ha permitido gobernar holgadamente y sin apenas diálogo durante estos cuatro años. Durante el acto de inicio de campaña ha indicado que su partido quiere pactar con los ciudadanos para conquistar y ganar el futuro de España y de la región, y que este no caiga en manos “de malabaristas” y de aquellos que lo malgastaron.

La también secretaria general del PP ha señalado que ni la región que dirige ni el país pueden “tirar por la borda tanto porvenir” ni tampoco un “futuro que es de todos y nos pertenece”, futuro que a su juicio se encontraba en “fosos” cuando el PP llegó al Gobierno y que se puede “pudrir” si cae en manos de los que gobernaron antes. Es más, sigue reiterando que Castilla-La Mancha ha generado empleo y riqueza y que todo ello no debe “tirarse por la boda con demagogias y populismos”.

Por su parte, el candidato del PSOE a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha insistido en centrar su discurso contra Cospedal pero también dejando caer su rechazo a “revoluciones” que, en su opinión, no son lo que Castilla-La Mancha necesita. Inicia su campaña electoral pidiendo el voto para “cambiar con sentido común” y evitar que la secretaria general del PP tenga “cuatro años más para liquidar lo que no ha podido”.

Contra la abstención

Así, ha pedido el voto para los socialistas en una llamada contra la abstención: “no se puede quedar en casa”. “Los sobres algunos los han utilizado para lo que sabéis, nosotros los queremos para cambiar la realidad que estamos sufriendo”, ha dicho, al tiempo que reniega del “voto inútil” y jura hasta por sus hijos que no descansará ni un minuto “porque a esta tierra no le quite moral la gente que no tiene moral”. Contra candidatos que “prometen revoluciones” y “poner todo patas arriba”, ha apostado por el “cambio sensato”.

Desde Ciudadanos, el candidato, Ángel Ligero, consciente del papel que puede jugar la formación de Albert Rivera en unas nuevas Cortes regionales, se ha mostrado convencido de que la próxima legislatura será “la más importante desde la transición” en España. “El bipartidismo tiene los días contados y viene un nuevo escenario donde los partidos competirán con propuestas”, sostiene.

“La democracia va a ser la gran vencedora y la ciudadanía va a ver cómo su voz se va a sentir dentro de las Cortes”, ha apuntado. Sobre posibles pactos teniendo en cuenta que con los resultados del CIS podría ser llave de Gobierno, ha recalcado que el pacto de Ciudadanos es “con la ciudadanía”, y ahora toca a otras formaciones “venir a hablar con nosotros”.

Lo histórico de esta campaña electoral ha centrado también el discurso de inicio de campaña del candidato de Podemos a la Presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha, José García Molina. La formación que lidera Pablo Iglesias tiene en Castilla-La Mancha “hambre de campaña” y considera que la cita electoral “es histórica y va a suponer un antes y un después en la región”.

“Ganas de cambio”

García Molina ha manifestado a este respecto que el cambio “no sólo se va a producir porque haya más actores, sino porque las reglas del juego han cambiado y la ciudadanía tiene ganas de cambio”. Asimismo, ha señalado que “a Podemos se le dan bien las campañas y hace cosas diferentes porque su capital es distinto”, y recalca su intención de “convencer a casi la mitad de la gente, que aún no sabe a quién va a votar”. “Hay que mostrar que Podemos no sólo es el voto útil, sino el único voto del cambio”, añade.

El candidato de Ganemos a la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Alejandro Ávila, ha asegurado que afronta la recién comenzada campaña electoral con “ilusión y con fuerzas renovadas” por el hecho de que la sociedad “quiera otras políticas y otras propuestas”, aseverando que el bipartidismo “endogámico” de la región “está acabado”. Apunta que, pese a que el barómetro del CIS no otorga a Ganemos ningún escaño, existe una encuesta “más fiable”, como es el hecho de que Izquierda Unida/Ganemos haya crecido un 30% en candidaturas municipales, lo que a su juicio demuestra que la formación “confía más y hay más apoyo”.

Finalmente, la candidata de UPyD a presidir el Gobierno regional, Celia Cámara, ha dicho percibir “mucha receptividad de la sociedad” hacia su partido y ha propuesto a los ciudadanos que “sean libres para votar con conocimiento de causa y sin demagogias”. Tras la fuerte caída de la formación magenta por la crisis interna que su partido viene sufriendo desde las elecciones andaluzas, la candidata ha afirmado sentirse “orgullosa” de militar en UPyD, un partido del que ha señalado que “no tiene mecenas ni patrocinadores sospechosos que después pidan contrapartidas”, haciendo hincapié en que es “el único partido que no tiene corruptos”.

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