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Un juzgado de Albacete instruye diligencias previas por un presunto caso de acoso escolar

El 3,5 % de los alumnos cree que “está justificado que un hombre agreda a una mujer cuando ella decide dejarle”

Europa Press / Lourdes Cifuentes

El Juzgado de Instrucción número 2 de Albacete ha instruido diligencias previas por un presunto caso de acoso escolar a un niño de 13 años, tras la querella que interpuso su madre, María Trinidad Cantos Cebrián, el pasado mes de enero. La querella criminal la interpuso contra el colegio Compañía de María ‘La Enseñanza’ por “encubrir” este caso, que según señala, fue “probado y reconocido por escrito” por el propio centro.

Los hechos ocurrieron, según ha explicado María Trinidad Canto a esa redacción, el curso pasado cuando su hijo sufrió acoso. Esta madre asegura que no se tomaron medidas de protección hacia su hijo que tras el presunto bullying que sufría dejó de asistir a clases por prescripción médica y, finalmente, ha cambiado de centro escolar.

Cantos denunció los hechos en abril de 2017 ante el centro, reconociendo este “el bullying que estaba sufriendo” su hijo y siendo la Comisión de Acoso del mismo la que elaboró un informe en el que se reconoce que “alumnos cometieron contra el alumno agredido agresiones verbales; maltrato psicológico con constantes burlas en relación al apelativo despectivo asignado por el grupo; aislamiento y deterioro provocado de relaciones sociales y exclusión social”.

Este informe, según esta madre, también reconocía que estas conductas produjeron en el alumno acosado “un estado de ánimo alterado, un evidente descenso de autoestima y miedo por el hostigamiento repetido en el tiempo” ya que la presunta víctima fue “hostigado por el grupo de alumnos acosadores en una situación de inferioridad, produciéndose un desequilibrio de poder de la víctima que le impidió salir por ella misma de la situación”. Todo ello derivó, cuenta Martía Trinidad Cantos, en que su hijo, con apenas 13 años, sufría crisis de ansiedad, pesadillas y no podía dormir por las noches.

Tras este informe, se denunció el caso al Servicio de Inspección y el inspector de zona reconoció a la madre que era “un caso grave de acoso escolar”. Sin embargo, días después, desde el colegio comunicaron a la madre que habían decidido modificar su informe y “donde había un caso claro de acoso, dejaba de haberlo, pasando a ser un conflicto entre iguales, defendiendo más a los acosadores que a la víctima”.

Ahora un juzgado de Albacete ha abierto diligencias previas del caso. Tal y como se desprende de este auto de diligencias “los hechos que resultan de las anteriores actuaciones presentan características que hacen presumir la posible existencia de un delito de acoso”.

La madre insiste en que ni el centro educativo, ni la Inspección de Educación, ni la Consejería de Educación, actuaron correctamente ya que “podrían haber parado a tiempo el acoso” a su hijo.

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