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Sobre este blog

Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.

 

‘Baskets’: la historia de un payaso triste

Foto: sensacine.com

Mario Cerdeño

‘Baskets’, anti-comedia sobre la que escribiré en este post, es de esas series que son muy difíciles de recomendar; vaya que sí lo es. Sin embargo, este tipo de tragicomedias son con las que últimamente me siento más identificado y no es porque sea un amargado de la vida pero, quizás, este género muestra que siempre -o a veces- hay peores situaciones o realidades más jodidas que las tuyas; eso sí, siempre contrapunteadas con pequeñas dosis de patetismo, en este caso muy inteligentes, de los personajes. Provocando una risa sincera entre tanta desesperanza.

La cadena FX, muy apegada a nuevas formas de hacer comedia, encarga a Zach Galifianakis (‘Resacón en las Vegas’), Jonathan Krisel (‘Portlandia’) y Louis C.K. (‘Louie’) un producto que no busca agradar al público general; solo a un nicho específico que sepa apreciarlo. Destacar que el cómico Louis C.K. que, a pesar de pronosticar un tiempo de retiro, no hace nada más que producir y crear proyectos muy interesantes, como por ejemplo ‘Better Things’ y Galifianakis protagoniza la serie en un registro muy diferente al que nos tiene acostumbrado.

La historia de ‘Baskets’ se centra en Chip Baskets (Zach Galifianakis) un californiano que fracasa en el intento de convertirse en payaso profesional tras su paso por una prestigiosa escuela de clown en París. Tras esto, se ve abocado a regresar a Bakersfield, su pequeña localidad natal, con todo lo que ello supone.

Encerrado en su frágil castillo de cristal, Chip se irá dando cuenta que la vida no es precisamente de color de rosas: el “matrimonio” con Penélope (Sabina Sciubba) es una ilusión a la que agarrarse más que algo tangible; su contrato como payaso de rodeo, muy mal pagado pero la única esperanza que le queda para seguir cumpliendo su sueño; el regreso al hogar materno, no solo por la decepción que supone volver sino, también, por las carencias afectivas de su madre Christine Baskets (Louie Anderson) y la envidia patológica de su hermano gemelo Dale Baskets (Zach Galifianakis).

Por los caprichos del destino, la única y verdadera luz que le llega a su vida es Martha Brooks (Martha Kelly), una bonachona y agradable agente de seguros, que se convierte en su único salvavidas, a pesar de las continuas muestras de desprecio de Chip, promovidas por la falta de cariño de su madre a lo largo de su infancia.

La verdad es que si enfoco ‘Baskets’ como una fehaciente ruptura del conocidísimo American dream (Sueño americano) quizá no vaya mal encaminado. El mito de la igualdad de oportunidades o que con el simple hecho de luchar y esforzarte, conseguirás tus objetivos se convierte en una mueca macabra en el destino de Chip Baskets. El “sé lo que tu quieras” no hace nada más que crearle problemas; además, hay que sumar una personalidad “infantilizada”, poco madura. La realidad y la crueldad del mundo -y la familiar- le irá poco a poco resquebrajando su pequeña fortaleza; dejando al descubierto a una persona que no está preparada para encajar en esa esfera exterior, lejos de sus sueños y planes.

Quizás la historia que se desarrolla en ‘Baskets’ me resulta tan empática porque vivimos en una época acuciada por una crisis económica y social; donde, es más fácil encontrar sueños rotos que cumplidos. Por esto, esta tragicomedia consigue llegar a los más profundo del alma y del corazón.

La alargada sombra familiar tampoco deja respirar a Chip Baskets. Su madre, interpretada tan brillantemente por Louie Anderson que le valió el Emmy, es extraña y obsesiva que no logra procesar el mismo cariño para cada uno de sus hijos. El suicidio de su padre, aunque él se empeñe en creer e interiorizar que fue una simple caída desde un puente, le encierra aún más en su castillo. Dale, su hermano gemelo, idiota integral y con una personalidad completamente opuesta, es el toque surrealista de ‘Baskets’. Quizás este personaje es el que menos me cuadra en la historia pero, a veces, le da un toque divertido muy necesario.

‘Baskets’ no es una serie precisamente de fácil acceso, yo diría que es triste y un poco rara. El aspecto tragicómico del texto está muy bien conjugado: la abundante parte dramática del relato está contrapunteada a la perfección con un humor inteligente y, a ratos, patético -por alguna de las acciones- que hacen sacar al espectador una sonrisa sincera y tranquila. El guión saca lo mejor y lo más interesante de la historia de un loser que intenta no rendirse ante las inclemencias que están azotando su vida.

Si esperas encontrarte al Zach Galifianakis de ‘Resacón en las Vegas’ estás muy equivocado, ya que te sorprenderá mucho su cambio de registro. El papel de Louie Anderson, como Christine Baskets, es otra de las delicias de ‘Baskets’, imprescindible.

La dirección de Jonathan Krisel hace de estimable ayuda a comprender el texto. Ya que logra un estilo muy depurado que consigue mostrar y acentuar lo mejor de esta historia tragicómica.

Vuelvo a repetir, ‘Baskets’ es una serie muy difícil de recomendar y, quizás, su visualización depende del estado de ánimos en el que os encontréis. A mí, particularmente, me ha parecido una delicia.

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