La siniestralidad laboral ha crecido en un 25% desde 2013 en Castilla-La Mancha
La siniestralidad laboral en Castilla-La Mancha aumentó durante 2016 un 10%, un dato que dobla el de España y que, además, implica que se ha acumulado un incremento de estos accidentes del 25% desde el año 2013. Sin datos recogidos en el último informe realizado por Comisiones Obreras, según los datos de la Comisión Regional de Seguridad y Salud y del Ministerio del Trabajo.
La secretaria de Salud Laboral del sindicato, Raquel Payo, ha asegurado que los datos evidencian que la salud y la seguridad de las empresas de nuestra región “no es buena” y que, además, está “empeorando de forma acelerada”. Si bien esta tendencia se puede observar en el conjunto del país, en Castilla-La Mancha se observa una situación de “máxima debilidad”, lo que achacan a la falta de inversión en equipos de trabajo y en medidas de seguridad.
Un total de 23.056 personas sufrieron un accidente laboral en regional durante 2016, 2.126 más que durante 2015, siendo los accidentes graves los que más aumentaron, en un 34,6%, seguidos por los mortales, que han crecido en un 20,7%, hasta llegar a los 35. “Somos la segunda comunidad autónoma con mayor tasa de accidentes y una provincia de la región, Guadalajara, es la única de todo el país en la que el índice de incidencia supera los 5.000 trabajadores accidentados por cada cien mil”, advierte Payo.
Acuerdo sobre Prevención de Riesgos Laborales
Por eso, desde el sindicato han asegurado que es “fundamental” intensificar el trabajo en las empresas por parte de todos los implicados, que quieren que se refleje en el Acuerdo sobre Prevención de Riesgos Laborales 2017-2021. Este, asegura Payo, debe ser el marco de participación de los agentes sociales y debe establecer la hoja de ruta de la totalidad de los agentes implicados en la vigilancia, así como el control de unas adecuadas condiciones de trabajo en las empresas regionales.
Desde el sindicato han criticado que la crisis económica haya servido como una “justificación” de la desatención patronal a la prevención de riesgos en las empresas y que esto ha llevado a un “retroceso de la cultura de la prevención y un grave deterioro del sistema preventivo”. La tendencia de la siniestralidad laboral, afirmó Payo, es una “llamada de atención” no sólo a los empresarios sino también a la Junta de Comunidades. “Ambos han de situar la Prevención de Riesgos Laborales en el lugar prioritario que merece”, concluyó.
Por provincias, Albacete registró siete accidentes mortales; Ciudad Real tres; Cuenca diez; Guadalajara seis y Toledo ocho. Más de la mitad de los 35 accidentes mortales que se registraron en 2016 fueron de tráfico, 11 en desplazamiento dentro de la jornada laboral y los otros siete in itinere, es decir, en los desplazamiento al trabajo o en el retorno a casa. Cinco fueron los trabajadores que murieron en el sector de l Cosntrucción, cuatro en Industria, 21 en Servicios y cinco en Agricultura.
