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¿Existe algún servicio que me ayude a renegociar con el banco mi hipoteca?

Las oficinas de intermediación hipotecaria nacieron en el año 2012, en plena crisis económica.

José Luis García Pérez

Tenemos una hipoteca que cada mes que pasa nos cuesta más pagar; tal vez porque nos hemos quedado sin trabajo, puede que porque un nuevo miembro haya venido a la familia con sus consiguientes necesidades o porque debamos enfrentar un gasto fuerte en la educación de nuestros hijos.

Por supuesto, no queremos perder la casa por la que hemos luchado toda una vida y que hasta ahora hemos pagado religiosamente, pero si fuera posible, nos gustaría renegociar la hipoteca con el banco para conseguir condiciones más flexibles en estos momentos difíciles. No se trata de dejar de pagar ni de pagar menos, sino simplemente de alargar un poco los plazos y reducir las cuotas para hacerlas más asequibles. Al fin y al cabo, tanto al banco como a nosotros nos conviene que la deuda final se pague...

Sin embargo, el banco se hace el sordo a nuestros requerimientos. El empleado nos pone mala cara, o simplemente de cansancio cuando le pedimos hablar con la directora o el director. Esta o este, a su vez, se muestran inflexibles: o pagamos o debemos atenernos a las consecuencias. Nosotros le explicamos que lo intentamos pero que no podemos evitar los retrasos ni los pagos incompletos. ¿Es que no hay nadie que pueda escucharnos, que pueda hacer entrar al banco en razón?

Intermediador hipotecario: una figura nacida de la crisis

Afortunadamente, sí existe alguien para echarnos una mano, se trata de las llamadas oficinas de intermediación hipotecaria. Nacieron en 2012 al calor de una serie de leyes lanzadas con el fin de dar respuesta a la acuciante situación de emergencia inmobiliaria que padecían decenas de miles de familias. En aquellos años, y tras el estallido de la burbuja en 2008 y la subsiguiente crisis económica, se produjo una oleada de morosidad hipotecaria como jamás antes se había visto.

Como resultante de la misma, infinidad de familias que tenían una hipoteca que no podían pagar, dada su fragilidad económica, se vieron a las puertas del desahucio sin posibilidad de renegociar con las entidades financieras su deuda, algunas veces por la postura de poder de dichas entidades, pero muchas otras por falta de un interlocutor que ejerciera de mediador y que fuera capaz de poner de acuerdo a las partes para que equilibraran sus intereses.

Con el Real Decreto 6/2012, de 9 de marzo, de medidas urgentes de protección de deudores hipotecarios sin recursos; el Real Decreto 27/2012, de 15 de noviembre, de medidas urgentes para reforzar la protección a los deudores hipotecarios y, finalmente, con la Ley 1/2013, de 14 de mayo, de medidas para reforzar la protección a los deudores hipotecarios sin recursos, reestructuración de deuda y alquiler social, se facilitó la creación de la figura del intermediador hipotecario.

¿Qué hace el intermediador hipotecario?

El intermediador hipotecario es un mediador parecido al que actúa en conflictos de consumo o penales, pero a diferencia de estos, su función es poner de acuerdo al deudor y el acreedor sobre la modificación de las condiciones de la hipoteca a fin de que esta pueda ser pagada sin perjuicio para ninguna de las dos partes.

Allí donde el banco no da su brazo a torcer, muchas veces por falta de una figura con conocimiento tanto del entorno jurídico y financiero como de las claves de la mediación, el intermediador puede encontrar soluciones convenientes para ambas partes, así como equilibrar el abuso de poder que la entidad acreedora pudiera ejercer en base a su mayor solidez económica y legal.

El intermediador no buscará que nos libremos de la deuda que contrajimos, sino al contrario, se asegurará de que la podamos pagar o, como mínimo, que lleguemos a un compromiso que sea menos perjudicial para ambas partes. Puede ser que en lugar de flexibilizar los plazos, lleguemos a un acuerdo de dación en pago, por ejemplo.

A día de hoy, los intermediadores financieros, mayoritariamente abogados expertos en el tema que ofrecen voluntaria y gratuitamente sus servicios, siguen funcionando en toda España y resolviendo miles de casos en todas las provincias de la nación, de modo que se evitan cada año miles de desahucios gracias a esta figura que consigue poner de acuerdo a partes en apariencia irreconciliables.

¿Cómo puedo encontrar un intermediador hipotecario?

Podremos solicitar los servicios de los intermediadores hipotecarios en las oficinas de intermediación hipotecaria, que se distribuyen por ciudades de distintas provincias, aunque no están presentes en todas. Suelen estar sustentadas por convenios entre organismos de la Administración y los correspondientes colegios de abogados, y es posible dar con ellas preguntando ya sea en la Administración autonómica o bien en las diputaciones o ayuntamientos.

Para solicitar un intermediador hipotecario no es necesario haber dejado de pagar una o varias cuotas, sino tener previsión o riesgo de no poder seguir pagándolas. Ahora bien, generalmente el intermediador solo interviene si previamente hemos intentado negociar con el banco. Presentando la documentación que nos soliciten en la oficina, se nos asignará uno, que el banco deberá aceptar y con el que se tendrá que sentar a negociar.

Aunque no tenemos garantías de que finalmente se llegue a un acuerdo, las probabilidades de evitar un desahucio aumentan mucho con la figura del intermediador. Ahora bien, este se ocupa exclusivamente de casos de lanzamientos hipotecarios por morosidades. Si lo que deseamos es, por ejemplo, resolver un asunto de cláusulas abusivas tipo suelo, gastos asociados o por un interés IRPH, deberemos acudir a un abogado de pago.

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