Aganzo constata el resurgimiento de la poesía desde las redes sociales

Las redes sociales e internet han suscitado un inusual resurgimiento de la poesía como un género que “ha dejado ya de figurar en la cola del pelotón” y que tiene en los jóvenes a sus principales protagonistas hasta el punto de haber propiciado un mercado editorial “que nunca hubo antes”.

“Se ha producido un fenómeno editorial extraordinario e interesantísimo que está ahí”, ha reflexionado Carlos Aganzo (Madrid, 1963) en una entrevista con la Agencia Efe, antes de participar esta tarde en un recital de “Ícaro en los ojos”, la primera antología de su obra poética que compendia diez libros publicados entre 1983 y 2004.

El autor, que compagina su faceta literaria con la dirección del diario El Norte de Castilla, ha observado la existencia de una generación nueva “con interés por eso de la poesía” y que “se ha apoyado en las redes sociales y en la comunicación por internet”.

Una de las consecuencias, a juicio de este poeta galardonado con el prestigioso Premio Jaime Gil de Biedma, ha sido la articulación “por primera vez de un mercado” específico para la poesía.

“No hay más que ver, por ejemplo, los miles de seguidores que tienen numerosos poetas jóvenes en redes como Facebok, donde además de publicar sus poemas, anuncian su edición en papel en libros que se compran masivamente y generalmente se editan a través de pequeños mecenazgos”, ha explicado.

Luego podrán o no resultar del agrado, “pero la realidad está ahí”, ha insistido Aganzo, quien en menos de un años asistirá a dos antologías de su obra cuando en los primeros meses de 2018 la editorial sevillana Renacimiento publique “Arde el tiempo”, título tomado de uno de los versos de “Las voces encendidas” (2010), con el que ese año obtuvo el Premio Jaime Gil de Biedma.

Esta nueva selección responderá a los versos “más cívicos, más ciudadanos, solidaria, con palabras de nuestro tiempo” y en la línea de sus últimos libros: “Caídos ángeles” (2008), “Las voces encendidas” (2010), “Las flautas de los bárbaros” (2012) y “En la región de Nod” (2014) que, hasta la fecha, es su último poemario.

Son poemas cargados de compromiso pero de otro tipo, muy diferente a la de tinte político, contestataria o antifranquista que con la que un grupo de autores españoles se inscribieron en la denominada corriente social, un término del que Aganzo ha rehuido en el caso de sus poemas porque “ahora las preocupaciones en España son otras”.

Como corresponde a un mundo más global, su palabra poética se alinea ahora “en lo que está sucediendo con la cultura, con nuestra más manera de vivir: el compromiso no es político sino cívico, con el hombre y la persona”, ha matizado.

No obstante, ha aclarado, “siempre ha de perdurar una búsqueda de la belleza y una indagación en el misterio”, algo que en su opinión ha definido siempre a la poesía “en todas las épocas, tendencias y estilos”.

Hasta la fecha, diez poemarios jalonan la trayectoria de este creador sintetizados en “Ícaro en los ojos”, su primera antología y que forma parte de un verso contenido en una de sus entregas.

El propio autor ha seleccionado los poemas de esta antología, editada por Vitruvio y donde se aprecia una evolución desde la búsqueda de una voz propia, a la irrupción de la naturaleza, en una segunda etapa, y a la preocupación por el hombre que ha vertido en sus últimos libros.