“Aire”, una comedia visual con el clan Aragón “viajando” a su payaso interior

La comedia del arte, el humor, la música y la tecnología se unen en “Aire”, una “comedia visual” producida por Emilio Aragón que llega a los Teatros Luchana de Madrid el próximo viernes y en la que parte del clan Aragón “viaja a sus propios orígenes” para descubrir esos payasos que “sin duda” llevan dentro.

En la propuesta, Alejandro, Alonso, Gonzalo, Rodrigo Aragón y Punch Domínguez Aragón trabajan “desde la música” y viven la esencia de lo que ha sido su familia profesionalmente pero en clave “más contemporánea”.

“Estábamos sentados un día, mis primos y yo, y surgió la pregunta: ¿Qué pasaría si ellos, que son muy buenos músicos, metieran en una coctelera esa música y nuestro humor?”, cuenta Emilio Aragón.

Y así surgió “Aire”, un “espectáculo de género de coctelería” porque, con una propuesta “hermosa” y “muy urbanita”, aúna “el humor, la poesía, el ritmo y la música” y, al tiempo, “respira comedia del arte y clown”, según Fernando Bernués, que se ha encargado de la dirección y la dramaturgia junto a Patxi Barco.

En “Aire”, a partir de “una especie de úteros de plástico”, salen al mundo unos seres que convierten del ritmo y el aire sus elementos vitales y que visten trajes que recuerdan al clown, con una máscara de nariz grande y “pies enormes y desnudos”, como “los que se imagina a los payasos dentro de sus zapatones”.

“También es una metáfora de la evolución de la vida -dice Bernués-, porque empiezan jugando con peluches o juguetes y acaban con la tecnología, como hacemos casi todos en la vida”.

Sobre las tablas, los cinco Aragón -que forman la Compañía Bovoj (“manada” en esperanto)- comienzan a crear ritmos y música con objetos como sus propios teléfonos móviles, juguetes, bolsas de aire o plástico de burbujas, a través de una serie de “locuras” a las que Bernués y Barco les han dado sentido encargándose de la dramaturgia, algo que “no era fácil”, según Alonso Aragón.

Para Bernués, “Aire” nace también del concepto de “respirar aire fresco y otros aires” porque no es el patrón de espectáculo al que tanto Barco como él estaban acostumbrados.

“Pocas veces en la vida vamos a tener propuestas en las que podamos trabajar tan libremente partiendo de nada”, añadió.

Tras “Aire” hay dos meses de ensayos precedidos de ocho más de encuentros en los que la creación de esta obra “hecha en casa” ha sido “pura” y ha constituido “un viaje maravilloso en el que todos los días se ha ido creando y no ha habido ningún miedo en romper el papel”, detalla Emilio Aragón.

Para la gestación de “Aire” no han faltado visitas a tiendas de bricolaje o animales en busca de los objetos que necesitaban para los ritmos.

“En algunas ya nos miraban y nos dejaban en paz, no sé si porque se creían que éramos profesionales o por miedo”, comenta Alonso, entre risas.