La Audiencia de Ávila 'declara' inocente al Lazarillo de Tormes

Entre aplausos y expresiones de regocijo ha sido recibido el veredicto de inocente dictado hoy por dos jóvenes e improvisados jueces en la Audiencia Provincial de Ávila, al final del original juicio seguido contra el pícaro Lázaro de Tormes, que se ha librado de ser enviado a galeras.

Tras conocer la sentencia, su mujer se ha fundido en un abrazo con el protagonista, que ha aguantado estoicamente las declaraciones de algunos de los seis testigos entre los que figuraban el Ciego y el Clérigo, cuyos testimonios han sido de los más duros, frente a los de el Fraile de la Merced, el Buldero o el Capellán.

Todos ellos, ataviados con trajes y vestidos del siglo XVI, han tenido que jurar, ante un ejemplar del “Lazarillo de Tormes”, que iban a responder la verdad a las preguntas formuladas por dos incisivos fiscales y dos abogadas defensoras que finalmente se han salido con la suya.

Han sido dos jueces los que, acompañados y asesorados por el juez de Menores, Luis Carlos Nieto, han emitido su sentencia: “El personaje del Lazarillo ha sufrido una infancia de maltrato que no nos permite condenarle. Además, el libro está tan bien escrito que le declaramos inocente”.

Así ha culminado esta singular audiencia pública a un personaje literario al que ha dado vida Sara López, una de las alumnas de la clase de Lengua y Literatura de primer curso de Bachillerato en el Instituto Alonso de Madrigal, en la ciudad de Ávila.

No obstante, la idea partió del Departamento de Lengua y Literatura del IES Arrigorriaga BHI, de Vizcaya, a través de las profesoras Marian Clavo e Idoia Rubio, quienes idearon esta novedosa propuesta.

Así lo ha explicado Lorenzo Piera, profesor de Lengua y Literatura en el instituto abulense, quien ha destacado el hecho de que en esta ocasión el escenario no fuera el propio centro, sino la Audiencia Provincial.

Piera ha comentado a los periodistas cómo con esta actividad se trataba de conjugar la historia de la literatura con algunos de los “grandes monumentos literarios”, así como con la argumentación a través de “la fuerza de la palabra” y el trabajo en proyectos de Lengua y Literatura actualizados en lugares como el elegido hoy.

En su opinión, “es una ”forma motivadora para que los alumnos se enganchen a la literatura“, en este caso mediante la preparación de un juicio a este personaje literario, cuya preparación les ha llevado en torno a dos meses.

Según el profesor, el desarrollo del juicio no tenía guion, ya que los testigos que han ido pasando por la sala de vistas han respondido a fiscalía y defensa en función de lo que su personaje pensaba en el libro.

Esta experiencia será evaluada por el profesor desde todos los puntos de vista, aunque el juez de Menores, Luis Carlos Nieto, ha instado a Lorenzo Piera a ponerles “buena nota” ante una puesta en escena muy buena, que ha puesto de relieve el trabajo de preparación que había detrás.

Al concluir el juicio, Piera ha considerado que la moraleja de esta actividad también debe estar relacionada con “los derechos de la infancia” y con “la erradicación del maltrato”.

En el juicio, Lázaro de Tormes estaba acusado de consentir el amancebamiento de su mujer con el Arcipreste de San Salvador, algo negado por ambos, ante las preguntas inquisitoriales de uno de los dos fiscales, que ha concluido el juicio diciendo, tras conocer la sentencia absolutoria: “¡El juicio del Señor será diferente! ¡Arderá en el infierno!”.