El Ayuntamiento solo admitirá el cambio de uso del Pazo de Meirás si pasa a ser público

El Ayuntamiento de Sada (A Coruña) “jamás” autorizará un cambio de uso del Pazo de Meirás excepto si es para convertirlo en “equipamiento público o sistema general público”, según ha informado el consistorio en un comunicado.

La inmobiliaria de lujo Mikeli anunció ayer en su página web la puesta a la venta “en exclusiva” del edificio y sus inmediaciones, propiedad de la familia Franco, por ocho millones de euros.

Tras conocerse el anuncio, el Ayuntamiento de Sada ha descartado que el recinto pueda utilizarse como hotel o centro de restauración, alternativas que la inmobiliaria consideraría como posibles usos del inmueble.

“El Ayuntamiento de Sada jamás autorizará un cambio de uso para el Pazo de Meirás, a no ser que sea para equipamiento público o sistema general público. Por lo tanto, el uso es, y seguirá siendo, el residencial, hasta que se ponga fin a la vergüenza de su detentación por los Franco, y se pueda incorporar al patrimonio público. No hay ni habrá negociaciones al respecto. Jamás”, relata el comunicado del gobierno local de Sada.

Además, el consistorio recuerda que, dado que se trata de un Bien de Interés Cultural en un terreno rústico protegido, “tampoco se van a admitir parcelaciones ni actos de transformación urbanística”.

El Pazo de Meirás fue propiedad de la escritora Emilia Pardo Bazán y sirvió de residencia de verano durante muchas décadas al dictador Francisco Franco, a quien el pueblo gallego donó el edificio y los terrenos que lo rodean en 1938 tras una cuestación popular.

Asociaciones para la recuperación de la memoria histórica de A Coruña han exigido en la últimas décadas la devolución del inmueble a la sociedad por considerar que la familia Franco se hizo con la propiedad de forma ilegítima, a través de donaciones obligatorias o recaudadas por coacción.

A este respecto, en unas declaraciones recientes a la BBC sobre la herencia de la familia, Francisco Franco Martínez-Bordiú, el mayor de los hijos varones de Carmen Franco, ha asegurado que el “maremoto” que se ha formado en torno a la herencia de su madre se debe a un intento de demostrar que su abuelo se enriqueció en el cargo, algo que él considera falso.

Según Francisco Franco, las informaciones sobre su patrimonio y el de su familia publicadas en la prensa española “son absolutamente falsas y faltas de rigor”.

La declaración del pazo como Bien de Interés Cultural obliga a abrirlo al público cuatro días al mes. La familia Franco se opuso a esta decisión de apertura, pero un proceso judicial que culminó en 2010 con una sentencia del Tribunal Supremo ratificó esa decisión del gobierno gallego.