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Bolivia ocupa su lugar en la Berlinale con una “roadmovie” de Valdivia

Bolivia ocupa su lugar en la Berlinale con un "roadmovie" de Valdivia

EFE

Berlín —

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El cine boliviano ocupó su espacio en la Berlinale con “Yvy Maraey”, un filme dirigido por Juan Carlos Valdivia, incluido en la sección de cine indigenista “Native”, que volverá a proyectarse en Berlín con la retrospectiva dedicada a ese cineasta al término del festival.

“La Berlinale ha querido visualizar unas cinematografías que no siempre llegan al público, porque no es fácil encontrar vías de distribución a unas temáticas algo minoritarias”, comentó el cineasta a Efe en un aparte del festival, que se cerrará mañana con la entrega de los premios, los Osos, de la sección a competición.

“Native” incluye un total de 18 cintas, todas con carácter de exhibición, entre documentales y películas de ficción, procedentes de toda América Latina y con títulos como “Madeinusa”, de la peruana Claudia Llosa, y “Las niñas Quispe”, del chileno Sebastián Sepúlveda.

“Más allá del rótulo que han puesto a la sección, que tiene un sentido muy amplio, la película se ha defendido por sí misma, ha generado un gran interés”, prosiguió el cineasta boliviano, cuyo filme se proyectó con el cine a rebosar y con algunos espectadores sentados en las escaleras de la sala.

Fue una experiencia “muy gratificante”, a la que siguió un debate con el público asistente, entre el cual se encontraban también miembros de comunidades indígenas de México y Brasil, asesores de la responsable de la sección “Native”, Maryanne Redpath.

En la película, el propio Valdivia interpreta el papel de un cineasta “karai” -blanco- que busca localizaciones para su nuevo proyecto cinematográfico, acompañado de un guanarí.

Que el director se interprete a sí mismo “forma parte del concepto” argumental, ya que se trata de reflejar una cierta “búsqueda de sí mismo”, a través del contacto con el indígena y la “transformación recíproca de uno y otro”.

“Abordo el conocimiento de uno mismo a través del otro. Es una reflexión sobre la identidad en que se parte de la base de que necesitas al otro para definirte”, comentó.

Valdivia huye del concepto de cine indigenista “romántico”, que se limita a tratar de denunciar una serie de situaciones o discriminación de estos colectivos.

“Trato a mi personaje y a su compañero de igual a igual, se rompen las barreras, ambos están al mismo nivel intelectual. Es una relación horizontal”, concluye el cineasta, para quien esta perspectiva se corresponde a los cambios operados en Bolivia, tras la llegada al poder del presidente Evo Morales.

El filme se mostrará asimismo la próxima semana, ya fuera del marco de la Berlinale, con una retrospectiva en el popular cine Babylon, en el corazón de la capital alemana.

El ciclo estará integrado por esta cinta, rodada en 2013, más “Zona Sur”, de 2009 -que se estrenó en la sección Panorama del mismo festival-, y “American Visa”, de 2005.

Al igual que en la proyección durante la Berlinale, el cineasta participará en un debate con el público, el tercero a su paso por la capital alemana, tras el mantenido el pasado jueves en la sede del Instituto Cervantes.

La 65 edición de la Berlinale ha ofrecido una amplia panorámica del cine actual en América Latina, con cerca de 50 títulos repartidos en sus distintas secciones y tres filmes a competición -“El club”, del chileno Pablo Larraín, “El botón de nácar”, de su compatriota Patricio Guzmán, así como “Ixcanul”, del guatemalteco Jayro Bustamante.

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