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Burgos muestra la colección Gerstenmair, con Sorolla, Picasso y Zuloaga
La Casa del Cordón, en la capital burgalesa, acoge hasta el 30 de agosto la exposición “1860-1959. Cien años de pintura española en la Colección Gerstenmaier”, con obras de varios de los más importantes artistas de la época, entre ellos Sorolla, Picasso y Zuloaga.
El responsable cultural de la Fundación Caja Burgos, que organiza la muestra, Óscar Martínez, ha destacado el recorrido por este periodo “muy intenso” de la pintura en España, que se hace a través de 74 obras.
La exposición se inaugura hoy y está organizada y producida de forma exclusiva por la Fundación Caja de Burgos.
Según el coordinador de Exposiciones de Cultural Cordón, Javier Del Campo, la muestra repasa los principales géneros, las preocupaciones, debates y transformaciones que alentaron el progresivo cambio en la concepción del arte español entre la segunda mitad del siglo XIX y “su prolongación natural hasta la década de los cincuenta” del siglo XX.
A través de cuatro áreas temáticas, la exposición muestra ejemplos destacados de corrientes como el historicismo, el realismo, el orientalismo, el simbolismo, el modernismo y el impresionismo, así como estilos de vanguardia como el cubismo y el surrealismo.
Todo ello de la mano de los más destacados artistas de este período, como Sorolla, Picasso, Zuloaga, Solana, Darío de Regoyos, Mariano Fortuny, Aureliano de Beruete, Juan de Echevarría, Isidre Nonell, Joaquim Mir Martín Rico, Carlos de Haes o Benjamín Palencia.
La exposición se ha realizado con fondos de la Colección Gerstenmaier, con la que la Fundación Caja de Burgos ya produjo en 2011 la muestra titulada “Erlesene Malerei. Obras escogidas”.
El propietario de la colección, Rudolf Gerstenmaier, ha afirmado que, desde aquel momento, los fondos de su colección no han dejado de incrementarse con incorporaciones singulares de artistas “imprescindibles para el arte español”, algunas de cuyas obras permanecían inéditas, lo que ahora permitirá tener una visión global de la pintura en España entre los siglos XIX y XX.
La exposición se organiza en cuatro espacios independientes que arrancan con “el alma desvelada” con obras de Darío de Regoyos, Ignacio Zuloaga y José Gutiérrez Solana, entre otros, que buscan en el arte la razón de su propio ser e, incluso, de la existencia de España como nación, para lo que bucean en las claves históricas del pasado y recorren el paisaje castellano.
La modernidad y el clasicismo se reflejan en la exposición en el área “De Roma a París”, porque Italia fue desde el Renacimiento una cita obligada en la formación de los artistas españoles, aunque a finales del siglo XIX la modernidad se situaba en París y desde allí llegaron a nuestro país los nuevos lenguajes plásticos.
En este apartado se muestran piezas de Fortuny, Pradilla o Sorolla, Moreno Carbonero, Martín Rico, Joaquim Mir o Anglada Camarasa, autores que ejemplifican esa tensión entre el realismo y los nuevos conceptos de la luz y el color.
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