Camus recibe la Medalla de plata de Santander con extrañeza y un punto de emoción

El cineasta Mario Camus ha recibido hoy, con “extrañeza” y un “punto de emoción”, la Medalla de Plata de Santander, de manos del alcalde de la ciudad, Íñigo de la Serna, que le ha conminado a seguir en la brecha, “soñando” con la posibilidad de que aún dirija una película ambientada en esta ciudad.

Camus, parco en palabras como acostumbra, se ha dirigido a los “paisanos” y “amigos” que han acudido esta tarde a la entrega de la medalla que ha tenido lugar en la Filmoteca de Cantabria, agradeciendo el reconocimiento y los aplausos que le han brindado, aún reconociendo que le causan “cierta incomodidad”, no sabe si por “carencia o exceso de vanidad”.

Afincado en su Santander natal, ciudad en la que el Premio Nacional de Cinematografía 1985 está “viviendo de vuelta del trabajo...y de casi todo”, Camús ha tenido palabras de recuerdo para compañeros y amigos de la infancia y el presente, para “saldar algunas deudas”, sin olvidarse de enviar un “fuerte abrazo” a los colegas de una “profesión muy querida y muy trabajada a lo largo de seis décadas”.

Así se cerraba el acto de entrega de una Medalla de Plata de Santander con la que, por acuerdo unánime de la Corporación municipal, se reconoce la dilatada labor y relevante trayectoria creativa en el séptimo arte de Mario Camus, que “honra y prestigia a la ciudad”.

El alcalde de Santander, ha valorado la “brillantísima carrera” del director cántabro, a quien ha definido como “hombre norteño, recio y barojiano”.

De la Serna ha comenzado su intervención recordando las palabras pronunciadas el pasado 19 de marzo por Camus cuando recibió el Premio Roel de Honor en el Festival de Cine de Medina del Campo, en las que anunció que no se le iba a volver a ver dirigiendo una película porque “no hay a quien dirigirse”.

“Te debemos el máximo respeto, pero tú nos debes una película”, ha afirmado De la Serna al término de una intervención en la que el alcalde se ha permitido “soñar” con la posibilidad de que Mario Camus se decida a llevar a la gran pantalla el “impecable guión” que guarda en su despacho y en “su alma”, de una película que transcurre en Santander: “Historias de la bahía”.

La carrera de Camus empezó hace más de medio siglo con “Farsantes” (1963) y, “si es cierto” el anuncio de su retirada, concluyó en 2007 con “El prado de las estrellas”. Entre esas fechas Camus ha dejado para el recuerdo cintas que ya son clásicos, como “Los santos inocentes” o “La colmena”, que le han situado “en el plano medio corto de los genios”, ha destacado De la Serna.

También ha valorado que Mario Camus no haya pasado nunca “de puntillas” por el cine social y haya formado la sociedad perfecta guionista-director en series inolvidables para televisión como “Fortunata y Jacinta” y “Curro Jiménez”.