Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Lynch cambia la cámara por los pinceles

David Lynch vuelve con sus pinceles a Filadelfia. \ EFE

EFE

Filadelfia —

Aunque es considerado uno de los cineastas clave de las últimas décadas, es poco conocida la pasión por la pintura de David Lynch, cuyas obras más recientes se exhiben ahora en la Pennsylvania Academy of Fine Arts (PAFA), donde comenzó sus estudios de arte en la década de 1960.

“Hasta entonces no se me había ocurrido una idea que considerase original. Algo hizo click en Filadelfia”, asegura el cineasta, de 68 años, en el catálogo de la exposición, que reúne casi un centenar de pinturas y dibujos, la mayoría correspondientes a la última década.

Lynch llegó a la ciudad en 1966 procedente de Alexandria (Virginia), y en ella tuvo su primer matrimonio, con una compañera de estudios, Peggy Reavey, con quien tuvo su primera hija, Jennifer. En esa época, Filadelfia era conocida por sus altos niveles de criminalidad y la inseguridad de sus calles, y en varias ocasiones, la casa familiar fue asaltada, alguna vez con los Lynch en su interior. “El sentimiento era cercano al peligro extremo y el miedo era muy intenso. Había violencia y odio y suciedad. Pero la mayor influencia en mi vida fue Filadelfia”, recuerda el director de “El hombre elefante” (1980).

La muestra, bajo el título “The Unified Field” (El campo unificado), también ofrece la posibilidad de ver el primer cortometraje del joven Lynch, “Six men getting sick” (Seis hombre poniéndose enfermos), de 1967, y algunos de los proyectos audiovisuales realizados en la escuela hasta comienzos de la década de 1970, cuando se mudó a California.

Pero lo más fascinante son los lienzos más actuales, algunos de ellos de gran tamaño, en los que queda reflejado el enigmático mundo del creador de películas como “Blue Velvet” (1986) o “Carretera perdida” (1997), con personajes perdidos en sí mismos y asomados a extrañas grietas de una realidad paralela.

El comisario de la exposición, Robert Cozzolino, indicó a Efe “que toda la obra de Lynch tiene que ver con su formación y sensibilidad como pintor; no existe una identidad y voz como cineasta sin estas particulares influencias y el ambiente de Filadelfia”. “En conjunto”, subrayó, “Lynch ha transformado de manera genuina y profunda no solo la cultura popular estadounidense, sino también la producción cultural a nivel global”.

Se trata, además, de la mayor exposición del artista en Estados Unidos. Muchas de las obras, que fueron creadas en su estudio en Los Ángeles, no habían sido exhibidas ante el público previamente y corresponden al periodo posterior a su última película “Inland Empire” (2006).

Con títulos como “All I Want for Christmas is My Two Front Teeth” (Todo lo que quiero para Navidad son mis dientes frontales), de 2012; o “I Burn Pinecone and Throw In Your House” (Quemo una piña y vomito tu casa), de 2009, en ellas Lynch mezcla un dibujo aparentemente sencillo con objetos de tres dimensiones y consigue provocar una sensación de amenazadora irrealidad.

Cozzolino recalcó que el creador de la famosa serie de televisión “Twin Peaks”, que asistió a la inauguración de la exposición en el PAFA el mes pasado, se mostró “feliz” de ver sus últimas obras en el lugar donde comenzó su formación artística. “Buscábamos que se mirase su trabajo (pinturas, dibujos) en sus propios términos, sin usar sus películas como guías, mostrando así la relación entre los diferentes procesos creativos paralelos de su vida”, añadió el comisario.

La exposición se puede ver en el histórico edificio del centro de Filadelfia, sede del museo de arte más antiguo de EEUU y que fue fundado en 1805, hasta el próximo 11 de enero.

Por Alfonso Fernández

Etiquetas
stats