Emmanuelle Devos se rinde a la aventura en “El tiempo de los amantes”

Un encuentro en un tren, un intercambio de miradas y una evidente atracción entre dos desconocidos. Ese es el punto de partida de “El tiempo de los amantes”, un drama romántico en el que la actriz francesa Emmanuelle Devos cae rendida al misterioso encanto del irlandés Gabriel Byrne.

Muy popular en Francia y ganadora de dos Premios César, Devos (Puteaux, 1964) ha trabajado en medio centenar de filmes que incluyen títulos de Jacques Audiard, Arnaud Desplechin o Cédric Klapisch. El papel de Alix en esta cinta de Jérome Bonnell que se estrena en España este viernes, fue escrito expresamente para ella.

“'El tiempo de los amantes'” es una película que habla de no malgastar tu vida, de estar siempre en el presente, atento al azar, a lo que puede ocurrir de forma inesperada, y de no rechazar la aventura cuando se presenta“, explica Devos en una entrevista con Efe.

Del tren la acción se traslada a París, todo ocurre en un solo día, elementos que inevitablemente remiten a “Antes del amanecer”, primera entrega de la trilogía del amor de Richard Linklater, aunque en este caso la profundidad intelectual y emocional del guion es mucho menor.

Alix, de 43 años, ha viajado para acudir a un cásting. Doug, de unos 50, va a un funeral. Pese a las prisas de una y la tristeza del otro, la pareja encuentra un tiempo para vivir esa aventura.

“Bonnell tuvo la idea formidable de quitar a mi personaje todas las supuestas ventajas que tenemos hoy para estar conectados: tarjeta de crédito, móvil, etc. Cuando pierdes eso, al principio todo se complica, pero en realidad esa aparente desconexión te permite estar más abierto a lo que sucede a tu alrededor”, explica.

Además de la aventura amorosa, la quinta película de Bonnell, que ya había trabajado con Devos en “J'attens quelqu'un” (2007), aborda la crisis vital de una mujer que, pasados los 40, aún no ha dado el salto definitivo a la madurez.

“La edad no significa nada”, defiende la actriz. “Hay gente para la que es importante, gente que piensa que pasar los 40 significa algo, que ya no puedes hacer esto o aquello. Pero yo no lo creo”.

“Si, con 50 años, mañana tengo ganas de empezar a tocar el piano, lo hago. No voy a decir que no, porque mis dedos no son suficientemente ágiles, o cosas por el estilo. Siempre que tengas salud, la edad no es un problema”, añade.

Pese a que el director escribió el papel para ella, Devos cree que Alix se parece más al propio director, en versión femenina, que a ella misma.

“Creo que soy la mujer que a Jerome le habría gustado ser”, dice. “Él ha plasmado en Alix sus miedos a entrar en la edad adulta, a tener hijos, a llevar una vida más reposada. Y ese no es mi caso”, señala la actriz, madre de dos hijos adolescentes.

En ese sentido, destaca que ha sido “fascinante” comprobar cómo un hombre puede conocer “tan bien” aspectos tan íntimos de una mujer. “Supongo que eso significa que una mujer y un hombre finalmente no son tan distintos”, apunta.

Lo más complicado, admite, fueron las escenas de amor con Gabriel Byrne (“Sospechosos habituales”, “Spider”, “Le capital”).

“El es muy pudoroso, y yo también. En la primera escena, cuando nos besamos en la habitación del hotel, el ingeniero de sonido se acercó a Bonnell para decirle que había que retomar porque se oían demasiado los latidos de mi corazón”, confiesa.

Por Magdalena Tsanis