Flamenco en Indonesia gracias el arte de una española y un guitarrista local

Una cantaora y bailaora española y un guitarrista indonesio promueven desde hace dos años el flamenco en Indonesia ayudados por las similitudes del estilo andaluz con la música tradicional del archipiélago.

En un restaurante de comida española en Yakarta, un público formado por nacionales y extranjeros, centra su atención en una guitarra que comienza a tocar con arte una soleá.

Se trata de Adien Fazmail, uno de los pocos guitarristas indonesios que toca flamenco, que anticipa con sus acordes la entrada de la cantaora y bailaora albaceteña Ángela López Lara.

Durante el espectáculo taller de flamenco, la pareja, y varios amigos y alumnos, ofrece un repertorio de bulerías, tangos, sevillanas, fandangos de Huelva y falsetas que buscan la participación de un público entregado.

“A la gente le apasiona, es una cosa alucinante, luego a la hora de tomar clases se echan un poco para atrás porque no es tan fácil como aprender salsa”, dice a Efe López, una polivalente pianista que llegó al país en 2010 para aprender danzas tradicionales indonesias.

La colaboración entre López y Fazmail comenzó cuando se conocieron hace dos años y vieron una oportunidad en crear talleres de flamenco.

“Lo primero que conocía antes de poder tocar flamenco era a Paco de Lucía, pero cuando conocí a Ángela profundicé en el flamenco y en todo lo relacionado con él”, señala el guitarrista indonesio.

La pareja artística colabora con la embajada española en Yakarta y Fazmail cree que el flamenco tiene un gran potencial en el archipiélago, y añade que con algo de ayuda del Gobierno español “no sé lo que pasaría”.

“La gente en Indonesia es muy musical, es un país de guitarras, y el flamenco es música con una guitarra, mi país está en el top 5 o el top 3 en venta de guitarras”, explica Fazmail sobre el cuarto país más poblado del mundo, con cerca de 260 millones de habitantes.

Aún así, López reconoce que muy pocos indonesios conocen el género andaluz y que la mayoría piensa en palabras como “México, cumbia, latinos” cuando oye el nombre.

“En la televisión nacional una de las películas que se proyecta es Desperado”, comenta entre risas Fazmail para justificar el malentendido en el que incurren sus compatriotas sobre el flamenco.

Sin embargo, el origen árabe y de mestizaje del estilo andaluz encuentra similitudes con las influencias de la cultura india y árabe en la música tradicional indonesia.

“Algunas tradiciones se mezclan con la religión en Indonesia porque la mayoría de la gente en Indonesia es musulmana. Cuando escucho el flamenco pienso: se parece a las cosas que conozco”, comenta Fazmail.

La artista española fundó en 2012 “Flamenpati”, una coreografía que combina la danza balinesa y el flamenco, y muestra las influencias indias de ambos géneros.

Zacky Muhammad Farras, guitarrista apasionado del flamenco que participa en muchos de los talleres, añade que, más allá del espectáculo, el ritual social del flamenco se asemeja a las costumbres sociales indonesias de reunirse, cantar y compartir.

“Le decimos a otras personas que el flamenco es un intercambio social, si piensas algo lo cantas, si sientes algo lo cantas”, dice en castellano Muhammad.

Aún así, y aunque muchos de los presentes en el restaurante español bailan, acompañan con palmas e incluso se animan a tocar alguna canción, existen ciertas barreras culturales a la hora de introducir el flamenco en ámbitos más conservadores, sobre todo para las mujeres.

“Los españoles somos así de expresivos y de brutos a veces, no nos da vergüenza y en cambio aquí la cultura asiática, sobre todo las mujeres, se trata todo de controlar, muy recatado, la feminidad”, dice López, cuyas alumnas “son las primeras personas que están bailando en Indonesia”.