La Fundación Antonio Saura de Cuenca, cerrada y con múltiples deudas

El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, ha desvelado que la Fundación Antonio Saura está cerrado desde hace cuatro meses por falta de financiación y por carecer de capacidad para hacer frente a deudas como el pago de sus nóminas.

A preguntas de los periodistas hoy en Cuenca, Mariscal ha indicado que el espacio ubicado en la Casa Zavala, en el casco antiguo de Cuenca, está cerrado desde principios del otoño y hoy se celebra la primera reunión, en cuatro años, del Patronato de la Fundación.

Según Mariscal, ese encuentro se celebra a petición suya para conocer el estado de las cuentas, dado que, aunque se trata de una fundación privada, están representadas instituciones como el Ayuntamiento de la capital y la Diputación provincial de Cuenca.

El alcalde ha desvelado que la fundación no puede hacer frente a los pagos de las nóminas, y por eso tuvo que echar el cierre el pasado mes de octubre, aunque en la fachada del edificio reza el cartel de “cerrado por reforma”.

Asimismo, ha explicado que la Fundación no ha solicitado este año la ayuda económica de 80.000 euros que suele recibir del Consorcio Ciudad de Cuenca, organismo que gestiona el Real Patronato, aunque ha reconocido que esa aportación económica sería insuficiente para reabrir el espacio.

El gerente de la Fundación Antonio Saura, Miguel López, ha reiterado en varias ocasiones que la fundación necesita unos 220.000 euros anuales para poder mantenerse.

El centro abrió sus puertas en el año 2008 después de sortear varias dificultades, como que las herederas de Antonio Saura (su hija Marina y su esposa Mercedes Beldarraín) afirmaban que el deseo del artista era que el proyecto no siguiera adelante, tras su muerte acaecida en Cuenca el 22 de julio de 1998.

Poner en marcha el museo costó 1,8 millones de euros y fue posible gracias a los hermanos del fallecido artista Carlos y María Ángeles, además de la aportación económica de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Saura fue uno de los artistas, junto a los del grupo El Paso y otros como Fernando Zóbel o Gustavo Torner, que se fijaron en Cuenca y en su paisaje.

Se da la circunstancia que este espacio, junto con el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca (que este 2016 cumple medio siglo) y el Espacio Torner, conformaron el denominado “triángulo” del arte de Cuenca.

Sin embargo, el Espacio Torner, en la antigua iglesia de San Pablo de la capital, también lleva cerrado varios años por falta de financiación, aunque la Junta ha manifestado que los presupuestos de 2016 contendrán una partida para reabrirlo.