González-Sinde: En la literatura infantil sólo eres juzgado por el lector

Ángeles González-Sinde, cineasta, guionista, escritora y exministra de Cultura, considera la literatura infantil un mundo “aparte” del cine y la novela, en el que siente mucha libertad porque “no está contaminado y no hay tanta exposición pública: sólo eres juzgado por el lector”.

Por eso, ha indicado en una entrevista con Efe, escribir cuentos y novelas infantiles es un ejercicio que practica a menudo y que le da muchas satisfacciones.

La exministra acaba de publicar tres nuevos cuentos de su colección de literatura infantil “Maya Papaya” (Edebé), en la que recurre a pequeñas situaciones cotidianas ante las que los niños se plantean cientos de preguntas.

Dirigida a niños a partir de 3 años, pero especialmente a los que tienen entre 5 y 6, la edad “en la que empiezan a pensar por sí mismos”, los cuentos están protagonizados por una curiosa, divertida y testaruda niña y las preguntas que van surgiendo en el día a día de su casa, a las que sus padres y abuela a veces no tienen respuestas claras.

“Es una experta en pillar a los adultos en sus contradicciones”, explica González-Sinde de su personaje para el que se inspiró en sus hijas y que, por ser una niña pequeña, se fija en detalles de la vida diaria que los mayores no ven.

“¿Qué pasaría si pudiera cambiar de madre?, ¿y si nunca más le riñera y nadie le obligara a arreglar su habitación?, ¿es mejor ser grande o pequeño?, ¿las cosas son iguales de día que de noche?”, son, señala la autora, algunas de las preguntas a las que se enfrenta Maya en estos seis cuentos de los que por ahora se compone la colección.

Tras centrarse en el mundo de Maya en su casa y familia, su creadora planea escribir otros tres cuentos en los que la niña empiece a explorar el mundo, y conocer qué es lo que pasa en la calle.

González-Sinde, que planifica cada texto con la ilustradora de la colección, Laura Klamburg, destaca la importancia de conocer a los niños que siguen las aventuras tanto de Papaya como de Rosanda, la protagonista de sus novelas infantiles.

“Es una prueba de fuego porque los niños no tienen prejuicios, les da lo mismo que seas un Premio Nobel. Si el libro no funciona, no funciona”, explica.

La exministra considera que la labor de enseñar a los niños el respeto por la cultura y la propiedad intelectual es de los padres y no de las escuelas porque, asegura, “ya depositamos un peso enorme en los docentes”.

“Los padres somos los que tenemos que dar un modelo de conducta a los niños”, considera González-Sinde, que cree que los hábitos y la toma de conciencia sobre la creación y la propiedad intelectual van cambiando, aunque sea “lentamente”.

Tras ser finalista del Premio Planeta en 2013 con su primera novela para adultos, “El buen hijo”, González-Sinde tiene otra obra “muy avanzada”, que le encantaría finalizar para fin de año: “voy despacio pero me queda poco para el final”, dice la escritora que acaba de rodar también un documental.

Una historia que está protagonizada por un matrimonio separado en una novela de califica de “suspense más o menos costumbrista” o “suspense sentimental”.