Grupo animalista pide que Tordesillas acoja “el Santuario del Toro de la Vega”

La Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) ha pedido al Ayuntamiento de Tordesillas (Valladolid), a través de un escrito administrativo, que habilite un “Santuario del Toro de la Vega”, donde los animales utilizados en ese festejo pasen el resto de sus días.

Según ha detallado la asociación a través de un comunicado, y según el escrito remitido al Ayuntamiento y facilitado a los medios de comunicación, este Santuario del Toro de la Vega se plantea como “símbolo de la evolución habida en Tordesillas en cuanto al trato dado al toro”, en la línea de evitar el maltrato y el sufrimiento de los astados.

Dando “un paso más en la humanización de esos festejos”, después del decreto-ley que aprobó el pasado jueves la Junta de Castilla y León que prohíbe la muerte pública de astados en festejos tradicionales, lo que afecta al Toro de la Vega, la asociación plantea al consistorio de Tordesillas que modifique la ordenanza municipal que regula el desarrollo de este festejo, que data de hace cinco siglos.

Se propone que a partir de ahora a “los toros de la vega se les respete la vida, se les proteja incluso con el auxilio de cabestros, y no les inflijan lanzazos o heridas”, de forma que el festejo se convierta en un “mero encierro, sustituyéndose las lanzas por varas sin arpones ni puntas”, respetándose la tradición pero sin que ningún animal sufra maltrato.

Además, plantean que se cree “un santuario del toro de la vega para que los animales utilizados anualmente -en ese nuevo modelo de encierro- pasen en dicho lugar el resto de sus vidas”, y que incluso “puedan ser visitados por los turistas”, según el citado comunicado.

En la modificación de la ordenanza del torneo del Toro de la Vega, ANPBA recuerda que en su redacción actual el fin del lanzazo es “procurar la muerte al toro”, lo que colisiona con el citado decreto-ley de la Junta, y detalla algunas de las modificaciones que ha sufrido este festejo a lo largo de los años como “la eliminación de lanzas, sustitución por garrochas, o el uso de cabestros”, como sucedió en 1966.

La asociación ha acudido además a sus reiteradas peticiones para que se humanice este festejo, no se mate al toro a lanzazos y se vuelva a las prácticas de 1966, en un encierro a la inversa, desde el núcleo urbano al campo; y ha recurrido al reflejo que sus quejas sobre este torneo han tenido en varios informes del Procurador del Común de Castilla y León, el defensor del pueblo autonómico.

En el informe del 2003, el Procurador apeló a la Junta para que arbitrara las medidas pertinentes para humanizar y dignificar el desarrollo de ese festejo, evitando el maltrato al toro, lo que no suponía “prohibir” el torneo sino “humanizarlo”.