Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La izquierda presiona para que Pedro Sánchez no dimita
Illa ganaría con holgura y el independentismo perdería la mayoría absoluta
Opinión - Sánchez no puede más, nosotros tampoco. Por Pedro Almodóvar
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Katell Quillévére reflexiona sobre los trasplantes en su largometraje “Reparar a los vivos”

Katell Quillévére reflexiona sobre los trasplantes en su largometraje "Reparar a los vivos"

EFE

Madrid —

0

El momento, trivial y a la vez sagrado, en que un corazón trasplantado comienza a latir de nuevo resume el viaje emprendido por la directora francesa Katell Quillévére en su tercer largometraje, “Reparar a los vivos”, adaptación de la exitosa novela de Maylis de Kerangal en torno a la donación de órganos.

“Es un momento muy fuerte, se mezclan emociones contradictorias, por un lado la de estar en lo más alto del poder tecnológico humano y al mismo tiempo una sensación de humildad, de impotencia y de misterio”, ha explicado la directora en una entrevista con Efe con motivo del estreno del filme en España el próximo 4 de agosto.

Con un reparto en el que destacan Emmanuelle Seigner y Tahar Rahim (“Un profeta”), la película enlaza la tragedia de Simon, un joven surfero que sufre un accidente en la carretera, con la de Claire, una mujer de 50 años que padece una enfermedad coronaria degenerativa.

El delicado equilibrio entre la ciencia y las emociones y entre la vida y la muerte está en el centro de la trama que Quillévére filma con toda su dureza y precisión y a la vez con luminosidad.

Nacida en Costa de Marfil en 1980, Quillévére se trasladó a Francia con 5 años y estudió cine en París. Su primer largo, “Un poison violent” (2010), se presentó en la Quincena de Realizadores de Cannes y en 2013 volvió al festival con “Suzanne”, nominada a cinco premios César.

Conseguir los derechos de “Reparar a los vivos”, la primera de sus películas que no está basada en un guion propio, le llevó tiempo. Había muchas personas interesadas ya que fue una de las revelaciones literarias de 2014 en Francia, obtuvo muchos premios y figuró durante meses en la lista de libros más vendidos.

Su primera reacción al leerla y querer apostar por ella fue instintiva, emocional. Había razones íntimas, vivencias recientes en hospitales que necesitaba “reparar”, pero una vez metida en faena descubrió que la historia tenía además muchos puntos de anclaje con sus anteriores trabajos.

“Al igual que mis otras películas, esta es una historia de resiliencia, de gente que debe reconstruirse, transformar la muerte en algo vivo y seguir adelante pese a la dimensión accidental y caótica de la existencia”, señala.

Pero al mismo tiempo, ésta le planteaba nuevos desafíos, como la ausencia de protagonistas fuertes -“en todo caso el protagonista sería el corazón”, opina-, y el retratar un universo ajeno como es el del mundo hospitalario.

Quillévére pasó tiempo en hospitales, habló con cirujanos e incluso presenció una operación de trasplante, lo que le ha permitido filmar esas escenas de quirófano con un realismo casi documental, pese a que todo es falso, efectos especiales.

Además de la verosimilitud técnica, era importante retratar de forma adecuada a los profesionales.

“Hacer una película sobre el mundo médico es una gran responsabilidad”, considera la directora, de 30 años. “Es complicado para los médicos encontrar la distancia entre la frialdad y la pasión, ser profesional y que las cosas no te afecten demasiado ni demasiado poco, encontrar la distancia justa”.

La película cuenta con música original de Alexandre Desplat, ocho veces nominado a los Óscar, y ha pasado por festivales como Toronto, Venecia o Valladolid.

Se estrenó en Francia en noviembre pasado, justo un año después de los atentados de París, lo que en opinión de la directora ha afectado al modo en que se ha recibido la película.

“Hay una sensación nueva de que la muerte está ahí al lado, muy presente en vida cotidiana”, asegura. “Creo que la película nos da la ocasión de mirar la muerte de cara, como algo que no sólo forma parte de la vida sino que provoca vida, nacimientos, reencuentros”. Magdalena Tsanis

Etiquetas
stats