Llega al Centro Dramático Nacional “En la orilla”, el retrato de la “sociedad corrupta” de Chirbes

Rafael Chirbes construyó en su premiada novela “En la orilla” un retrato de la “sociedad corrupta” asentada en el “boom” inmobiliario y, ahora, Adolfo Fernández y Ángel Solo adaptan para teatro este espejo de la codicia, alejada del poder político, que llegará mañana al Centro Dramático Nacional (CDN).

“'En la orilla' representa al ciudadano medio en ese momento después de la crisis inmobiliaria”, ha explicado hoy en rueda de prensa Fernández sobre la novela publicada en 2014 que llevará a escena después de nueve versiones escritas junto a Solo.

Casi una decena de intentos en los que han pulido el poético lenguaje de Chirbes (Tabernes de Valldigna, Valencia, 1949-2015), cuya obra está marcada por el costumbrismo galdosiano y recuerda en ciertos pasajes a otros literatos como Miguel Delibes o Camilo José Cela, pero sin perder la esencia del autor de títulos como “Crematorio”.

“Consideramos que el espíritu de Chirbes está en la obra”, ha asegurado hoy el dramaturgo sobre su adaptación de una sociedad “codiciosa” que “no supo administrar ese poderío que daba la economía ficticia”.

Chirbes diseccionó la profunda crisis desatada por el estallido de la burbuja inmobiliaria con un drama en torno a cinco personas desempleadas y su exjefe, donde la pobreza y la consiguiente desconsideración con el ser humano se convierten en un espejo de la miseria moral que puede haber en cada ciudadano.

“No salen todos los personajes de la novela”, reconoce Fernández, aunque asegura que los que no han escogido los “han incrustado” en las figuras que sí subirán a escena, y que representan, en su conjunto, a un micromundo que “ha robado en la medida de sus posibilidades”.

Así, él se meterá en la piel de Pedrós, un estafador, en este montaje “costumbrista” cuyo cartel completan Sonia Almarcha (Leonor/Ahmed/Yagüe), Marcial Álvarez (Justino), Rafael Calatayud (Francisco/Julio), César Sarachu (Esteban), Ángel Solo (padre/Rachid/Álvaro) y Yoima Valdés (Liliana/Amparito).

“En la orilla” arranca con el hallazgo de un cadáver en el pantano de una pequeña localidad costera donde su protagonista, Esteban, se ha visto obligado a cerrar la carpintería de la que era dueño, dejando en el paro a los que trabajaban para él.

Mientras se encarga de cuidar a su padre, enfermo en fase terminal, Esteban indaga en los motivos de una ruina que asume en su doble papel de víctima y de verdugo, y entre cuyos escombros están los valores que han regido una sociedad, un mundo y un tiempo.

“El problema de la novela es que cada lector se hace una idea de los personajes”, ha admitido Solo, quien ha recalcado que no se trata de una obra sobre corrupción a nivel político.

De hecho, “no sale ningún político” en “En la orilla”, recuerda Solo sobre esta teatralización de la novela que ganó, entre otros galardones, el Premio Nacional de la Crítica y el de Narrativa.