Lloyd Cole repasa dos décadas de sus mejores temas en una nueva gira acústica

El músico británico Lloyd Cole inicia esta semana una nueva gira acústica por España en la que repasará sus temas más representativos del período comprendido entre 1983, aún con su grupo The Commotions, y 1996, con su carrera norteamericana en solitario ya plenamente consolidada.

Tras participar el sábado en el festival BAM de Barcelona, el cantautor de Glasgow hará una pequeña gira por salas que comenzará el domingo en la valenciana Loco Club, continuará el miércoles 28 en Madrid (Teatro Barceló) y el jueves 29 en Vigo (A Fundación) y finalizará el viernes 30 en Santander (Escenario Santander).

El motivo de la gira mundial en que está inmerso es la próxima publicación de la caja que abarcará sus cuatro primeros discos en solitario, el quinto “perdido”, rarezas y vídeos, a semejanza de la exitosa caja que también supervisó él mismo el año pasado con todo el material existente con sus Commotions junto a cortes inéditos y su producción audiovisual, además de archivo gráfico.

La figura de Lloyd Cole es una de las piezas clave para entender el pop-rock más exquisito de los años 80, especialmente gracias a la gran repercusión e influencia que tuvo su primer elepé con The Commotions, “Rattlesnakes” (1984), lleno de referencias literarias y con una hábil fusión de guitarras deudoras de los mejores Television con saltarinas melodías en la órbita de T.Rex.

Coetáneos de otros grupos de culto del mejor pop cristalino, como Prefab Sprout y Aztec Camera, y compañeros del incipiente “indie” anglosajón junto a The Smiths, Lloyd Cole and The Commotions dejaron dos discos más antes de su disolución a finales de los 80 (“Easy pieces” y “Mainstream”).

Tras ella, su líder se asentó en Nueva York para absorber todas las influencias posibles, especialmente de sus idolatrados Lou Reed y Marc Bolan. De esa etapa figuran su primer álbum homónimo (1990), “Don't get weird on me, baby” (1991), “Bad vibes” (1993) y “Love story” (1995).

Posteriormente reunió a un nuevo y efímero grupo (The Negatives) e inició un periplo mucho menos mediático, más acústico e intimista, que ha dejado media docena de discos que han ido incrementando su aura de artista de culto, creador de canciones pop perfectas e inquieto buscador de sonidos ambientales y electrónicos con influencias que van de Brian Eno al krautrock alemán.