Luis Goytisolo espera “que las elecciones regeneren el ambiente político”

Luis Goytisolo cumplió ochenta años en marzo y lleva sesenta dedicado a la literatura. Siempre ha escrito lo que le interesaba y “sin condicionamientos externos”, y con ese espíritu ha rastreado en su nuevo libro, “El sueño de San Luis”, las huellas del subconsciente en su obra.

En el libro, un original ensayo con buenas dosis de autobiografía y psicoanálisis, desvela aspectos íntimos de su vida, interpreta sueños, algunos de los cuales también los ha tenido su hermano Juan, y se encuentra con elementos de su obra en los que nunca había reparado, como la presencia de su madre, muerta en un bombardeo de la Guerra Civil el día en que Luis cumplía 3 años.

“No guardo el más mínimo recuerdo de mi madre. Ni siquiera tengo una foto con ella”, asegura Goytisolo (Barcelona, 1935) en una entrevista con Efe, en la que salen a relucir las elecciones del próximo domingo.

“Espero que sirvan para regenerar el ambiente político de España, aunque, al parecer, tendrán que gobernar en coalición, lo cual no me parece mal. Los grandes partidos irán con más cuidado para evitar todo lo que ha pasado”, afirma el escritor en alusión a los casos de corrupción protagonizados por políticos de diferentes ideologías.

Para escribir su nuevo libro, publicado por Anagrama y presentado hoy en la Biblioteca Nacional, Goytisolo ha releído toda su obra, y eso le ha hecho “modificar” su valoración sobre algunas de sus novelas.

La mayoría de ellas “aguanta el paso del tiempo”, como le sucede a “Las afueras”, su primera novela, galardonada con el Biblioteca Breve, aunque no consiguió del todo lo que él quería. Los defectos que hay en ese libro los superó en la tetralogía “Antagonía”, la obra cumbre de Luis Goytisolo.

“Estatua con palomas” (Premio Nacional de Narrativa), sin embargo, “no está conseguida”, pero lo que se planteó en ella “está más logrado” en obras posteriores como “Diario de 360º”, “Liberación” y “Oído atento a los pájaros”, señala el autor, Premio Nacional de las Letras.

La primera sorpresa que se llevó al releer sus novelas fue comprobar que su madre está presente, sin que él fuera consciente de ello cuando las escribió. Y también lo están las muertes violentas, la Guerra Civil y el tema de la paternidad dudosa.

Por ejemplo, en “Las afueras”, Goytisolo le puso el nombre de Julio al hijo de uno de los personajes (su madre se llamaba Julia), que murió en un bombardeo.

El recuerdo de la madre “sí está más presente” en la obra de sus hermanos: el poeta José Agustín Goytisolo, fallecido en 1999, le dedicó su primer libro, Retorno“, a su madre, y le puso su nombre a su hija Julia, para quien escribió el poema ”Palabras para Julia“.

Y la muerte de la madre “influyó indirectamente” en la trilogía de su hermano Juan (“Reivindicación del conde don Julián”, “Juan sin tierra” y “Makbara”), en “esos improperios a la tierra madrastra, que es España. ¿Por qué la llama madrastra? Es una falsa madre a la que hace responsable de la desaparición de la suya”, opina Luis Goytisolo.

La paternidad dudosa es otro tema recurrente en sus novelas, sobre todo cuando en ellas se habla de “los felices sesenta” en Barcelona, en los que había una libertad sexual que, en algunos casos, “supuso la ruptura de muchas parejas y el que más de un hijo tuviese por padre a quien en realidad no lo era”, recuerda Goytisolo.

De hecho, Guillermo Cabrera Infante creía que el autor de “Placer licuante” era el padre del hijo de una amiga común, pero Goytisolo sabía que no era así, porque, “cuando el chico fue engendrado”, la relación con su madre “ya había concluido”, comenta divertido.

En “El sueño de San Luis” analiza, además, la relación entre impulso creador e impulso sexual, “que tienen muchos rasgos en común. En ambos casos se trata de algo que brota de lo más profundo del individuo”.

Y revela en el libro varios sueños a los que ha ido dándole interpretaciones distintas. En uno de ellos, vio a su padre, fallecido unos años antes, en el jardín de la casa que la familia tenía en Torrentbó (Barcelona) y que luego tuvieron que vender.

Goytisolo invitó a entrar a su padre, pero este lo miró “con ojos penetrantes” y desapareció en la oscuridad.

Ese sueño lo tuvo antes de que se publicara “Recuento”, la primera parte de “Antagonía”, y una de las interpretaciones que le dio el autor es que su padre le estaba urgiendo a que acabara cuanto antes aquel proyecto al que le dedicó casi veinte años.

En otras ocasiones, Luis soñó que pasaba de noche por la casa que habían perdido y que los nuevos propietarios lo invitaban a entrar, algo que él rehusaba. Su hermano Juan soñó “exactamente lo mismo y también se negó a entrar”.

El 21 de junio de 2014, día de su santo, tuvo el llamado “sueño de san Luis”, en el que descubrió una carpeta con un manuscrito de una novela en proyecto, junto a los de otros seis relatos.

Ese día comprendió que otros sueños que había tenido antes, relacionados con construcciones arquitectónicas, “en realidad se referían a una arquitectura literaria”, comenta el académico.