Mägo de Oz cree que “es hora de tomar la calle y romper cristales”

Mägo de Oz sigue tirando de encantamientos y rituales mágicos en su nuevo disco de estudio, “Ilussia”, con el que convocan un circo maldito como el que, en su opinión, conforma la realidad político-económica actual, a la que dedican el tema “Pasen y beban”.

Se trata de “una crítica muy dura sobre cómo está el país: los payasos han tomado el Congreso (de los Diputados), y los malabaristas y los equilibristas son los funcionarios del Gobierno y los banqueros”, afirma el líder del grupo, Txus di Fellatio, quien, harto de tanto escándalo financiero, considera que “es la hora de tomar la calle y romper cristales”.

“Mejor eso a que se rompan familias. ¡Basta ya! Si hay que salir a dar hostias a la calle, que así sea. Estamos cansados de que el banco que echa a una familia de su casa a vivir debajo de un puente sea rescatado y de que se gaste ese dinero en putas, como Rodrigo Rato”, añade el músico madrileño en referencia al escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid.

“Illusia” (Warner Music) se ha publicado esta misma semana y llega tras el recopilatorio “Celtic land” (2013), con el que celebraron 25 años en la música y para el que regrabaron algunos de sus temas en inglés, y del disco “Hechos, pócimos y brujería” (2012), cuya línea musical perpetúa.

Entonces abrieron una nueva etapa, con fichajes que sirvieron “para insuflar pasión”, entre ellos, el del vocalista Javier Domínguez, alias Zeta, en sustitución de José Andrëa tras tres lustros entre sus filas.

Di Fellatio, que jugó al deporte rey antes de dedicarse a la música, tira de símil futbolístico y afirma que en los tres años transcurridos desde la incorporación de Zeta, este “ha crecido mucho” respecto de aquel cantante que venía de “las categorías pequeñas y al que el Bernabéu parecía quedársele grande”.

“No vemos un futuro sin la voz de Zeta, y los fans de Mägo de Oz se han convertido también en fans suyos”, sostiene.

El decimocuarto álbum de estudio de este grupo de rock, conocido por incorporar instrumentos de la música folk como flautas y violines, lleva al primer plano otros ingredientes atípicos como las gaitas y los acordeones, los cuales, junto a la voz de la soprano Pilar Jurado, que participa en dos cortes, y un cuarteto de cuerda, hacen de este “el disco más sinfónico” de su producción.

“Lo podemos reproducir en vivo sin problemas, porque, como grupo de rock, nuestra obligación es que el directo sea igual de bueno que el disco; no somos Madonna o el hijo de Julio Iglesias”, dice sobre una próxima gira que llegará a España en verano de 2015 tras pasar antes por varios países extranjeros.

Con 103 conciertos a la espalda y dos discos lanzados en los dos últimos años, “Ilussia” se ha elaborado aprovechando los huecos disponibles, tirando de “imaginación” incluso en los viajes en furgoneta.

Precisamente, la fantasía es uno de sus rasgos más destacados, ya que está concebido de manera conceptual, como “una novela pequeñita o un cuento gótico” sobre dos hermanos que juegan al escondite en un bosque y un payaso que representa el mal y que se aparece ante la menor de ellos para llevársela a su “circo maldito”.

En su concepción está muy presente el espíritu del folclore mexicano, país donde Mägo de Oz ha encontrado un fecundo granero de seguidores, puede que aún más importante que el español. “La fuerza mediática y de fans de Mägo de Oz está en América”, afirma Di Fellatio sin dudar.

“Allí nos llamó mucho la atención el culto a la muerte, con altares y rezos, que sea una virgen, la huesuda, y que la desdramaticen, quitándole el halo de dolor que tenemos aquí”, explica.

En “Cadaveria”, el primer sencillo, la muerte se presenta “como liberación, no como castigo. ”Es el principio; asemejamos que la muerte es liberación de la mente respecto del cuerpo“, añade el músico.