Mecánicos africanos convierten en “street art” anuncios artesanos de Bibendum

Curiosas imágenes de Bibendum, el “hombre rueda” icono de la marca Michelin, creadas artesanalmente por mecánicos africanos como reclamo para sus negocios de reparación de neumáticos, alcanzan la categoría de “street art” en la exposición “Liñiou Faté”

La responsable del departamento de Desarrollo y Públicos del Museo San Telmo, Karmele Barandiaran, ha presentado hoy esta muestra, cuyo nombre en idioma wólof significa “Los olvidados” y que puede verse hasta el 2 de julio en San Sebastián, junto a los comisarios y autores de las fotografías expuestas, Juan Mari Indo y José Luis Esarte.

Un total de 25 piezas originales y decenas de instantáneas, varias de ellas a tamaño casi natural, componen esta exposición, en la que la tradicional imagen del muñeco de Michelin es reinterpretada por mecánicos artesanales de países como Mauritania, Senegal, Mali, Burkina Faso, Gambia y Benin como anuncios para sus talleres.

Sonrientes Bibemdums blancos, verdes, amarillos, azules y, como no, negros; dando la bienvenida a los clientes, corriendo con una rueda, saltando, en posición de victoria; obesos o estilizados, con gafas o sin ellas, se asoman a la exposición desde las fotografías en las que han sido retratados o incluso desde algunos carteles originales traídos desde África por Indo y Esarte.

“Es arte y va a desaparecer” porque está a la intemperie en sus emplazamientos originales, recuerda José Luis Esarte, quien comparte, junto a Juan Mari Indo, su pasión por estas representaciones de las que cuenta con cerca de medio millar de fotografías obtenidas en distintos países subsaharianos.

Ambos lamentan que la empresa Michelin no se haya visto interesada por esta colección, que a sus responsables les resultó “maravillosa”, pero que, según les dijo, no se corresponde con la imagen oficial de la marca.

Un argumento realmente cierto, porque las “variaciones” y reinterpretaciones sobre el genuino Bibendum en clave africana no dejan indiferente a los visitantes. En algunas ocasiones por la gran fidelidad con la que los mecánicos han logrado imitar la figura original y en otras porque la abstracción o los componentes naif sólo permiten asociarla al muñeco Michelin por las características bandas que reproducen ruedas.

Bibendums con forma de monigote, otros casi humanos, algunos con pelo, varios con gorra e incluso uno más parecido a un esqueleto que a un muñeco invitan al visitante a replantearse la idea del arte, pero también a interrogarse sobre la creatividad en medio de la escasez, la subsistencia, la pobreza, la felicidad y las ganas de salir adelante.