“Medea”, entre el mito y lo terrenal, abre el Festival de Teatro de Mérida

La transgresión como respuesta a la traición; la amputación de la esencia como madre para equilibrar su propia entidad. Así es la “Medea” que, escrita desde la dramaturgia por Vicente Molina Foix y bajo la dirección de José Carlos Plaza, abre mañana el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

Este mito del desequilibrio, del que ya escribieran Eurípides, Séneca y Apolonio de Rodas, entre otros, levanta el telón de un festival que alcanza su LXI edición, con más de 22.500 entradas vendidas ya para el conjunto de su programación y que tiene en la mujer, en la esencia femenina, su principal eje de interpretación.

Plaza, acompañado por el elenco de actores y actrices que dan vida a “Medea”, papel interpretado por Ana Belén, han presentado la obra este mediodía ante la prensa a tan solo 36 horas de su estreno absoluto.

“Medea es la subversión, pues rompe con lo mas esencial del ser humano para poder empezar lo nuevo”, ha explicado José Carlos Plaza. Ella -Medea- renuncia a sí misma, aunque conserva sus ancestros, que es la magia, en la que la razón no interviene, y lo hace por amor -a Jasón-. Traicionada, decide “traicionar lo más sagrado, que no es otra cosa que la maternidad”, ha agregado.

Partiendo de la leyenda y tras leer a los numerosos escritores que han dibujado con letras a “Medea”, según ha desvelado el propio Vicente Molina Foix, el texto define el encuentro de dos civilizaciones: la griega y una parte de aquella antigüedad, en la que una nava de soldados -Jasón y los Argonautas- llega a Asia, a tierras que siguen existiendo hoy con otros nombres.

Lugares que en su día vivieron tragedias y hechos dramáticos, y que hoy son escenarios de hechos similares, ha expuesto Molina Foix.

Es el encuentro, tal como ha señalado Plaza, entre el mundo esotérico y mágico, y de rituales, en el que vive Medea, con el mundo viril de Jasón.

“¡Qué poco hemos aprendido!. Debería hacernos reflexionar qué sigue haciendo mal la humanidad para seguir cayendo en los mis conflictos”, ha manifestado Ana Belén, quien ha trasladado su agradecimiento a Plaza por contar con ella para este papel que “va a significar algo importante” en su carrera.

La cantante y actriz da vida a la hechicera y vengativa Medea en un espectáculo que pone sobre el escenario a nueve actores y diez figurantes, con una escenografía “poderosa” y una ambientación en la que se introducen los últimos avances en tecnología audiovisual.

Ana Belén vuelve a meterse en la piel de un personaje mítico del mundo clásico y lo vuelve a hacer a las órdenes de Plaza, pues ambos culminan así una trilogía de mujeres trágicas: Fedra (2007), Electra (2012) y esta Medea, una mujer que llegó al extremo de matar a sus propios hijos para vengarse.

Papel anhelado para cualquier actriz, Ana Belén recoge el testigo de otras actrices que ya representaron a Medea -el papel más representado en la historia del Festival- en el Teatro Romano de Méida, como Margarita Xirgu, Nuria Espert o Blanca Portillo.

Tal es el embrujo de este papel, que Aitana Sánchez Gijón dará vida a Medea- la de Séneca-, en otro espectáculo que se presentará el próximo 15 de julio bajo la dirección de Andrés Lima.

En la de Plaza y Molina Foix, el actor Adolfo Fernández asume el papel de Jasón, Consuelo Trujillo, el de la nodriza; Luis Rallo como Preceptor y la figura de Creonte, personaje “culpable” del contacto de los dos mundos, corre a cargo de Poika Matute, quien regresa a los escenarios tras “tres años en el paro”, tal como ha afirmado.

Alberto Berzal, Olga Rodríguez, Leticia Etala y Horacio Colomé completan el elenco de esta obra, en la que Molina Foix ha introducido tres personajes creados por su imaginación y que dan algunos “alivios” a la tragedia.