Las “Memorias” de Carlos Barral, reunidas en un volumen, con fotos inéditas

Cuarenta años después del primer libro autobiográfico de Carlos Barral, se ha publicado una edición de “Memorias” que reúne en un volumen los tres textos sobre la vida del escritor catalán, que incluye además fotografías inéditas, y que coincide con una exposición dedicada a su figura.

Carlos Barral, recuerda el responsable de la edición, Andreu Jaume, nunca reunió en vida los tres volúmenes de sus memorias, que se publicaron a lo largo de casi quince años: “Años de penitencia” (1975), “Los años sin excusa” (1978) y “Cuando las horas veloces” (1988), que mereció el Premio Comillas.

En estos volúmenes ahora reunidos emerge la obra de “un excelente prosista”, una autobiografía que, leída en conjunto, constituye “un ejemplo de la mejor prosa española, además de una lúcida y divertida crónica de la segunda mitad del siglo XX, desde los años cuarenta hasta la agonía del franquismo, pasando por los años 50 y 60, cuando Barral capitaneó un brillante equipo que convirtió a Seix Barral en una de las editoriales de la vanguardia europea”.

La presente edición de “Memorias” (Lumen) corrige, a decir del editor, las “abundantes arbitrariedades y errores de composición” de ediciones anteriores y para ello Jaume ha tenido en cuenta “los textos de las primeras ediciones, así como los escasos añadidos, restauraciones y enmiendas de las sucesivas ediciones

Barral, recuerda Jaume, quiso ser, antes que nada, poeta, pero muy pronto su proyecto se vio afectado tanto por su dedicación al mundo editorial como por las interferencias de la poética de algunos miembros de su grupo, como Gabriel Ferrater o Jaime Gil de Biedma.

Curiosamente, anota el editor, “cuando su imagen pública de editor había eclipsado casi su vocación poética, de pronto se reveló como un prosista ambicioso, dueño de un estilo muy particularizado, gracias precisamente a sus memorias”.

“Años de penitencia”, primer volumen de memorias, constituye, según Jaume, “un ejercicio imaginativo de evocación comparable, por su envergadura y por su resistencia, a 'Si te dicen que caí' (1973) de Juan Marsé, novela estrictamente contemporánea, o incluso a 'Una meditación' (1969) de Juan Benet, que el propio Barral publicó y premió”. Es su ejercicio más cercano a una ficción en prosa.

En cuanto al estilo, “Años de penitencia” intenta suplir algunas de las carencias que el autor denunciaba en 1958, cuando comparaba el desarrollo de la prosa castellana con la francesa y no oculta la influencia de memorialistas franceses como el cardenal de Retz y el duque de Saint-Simon, con “una prosa, muy determinada por la poesía, pero sin caer en el prosaísmo lírico”.

El segundo volumen, “Los años sin excusa”, confirma la transformación del proyecto en unas memorias y muestra a un Barral que con treinta años trabaja con los mejores y más veteranos editores europeos, vuelve a poner en circulación a autores españoles y sudamericanos de generaciones anteriores, descubre nuevos talentos de ese ámbito, publica a los poetas de su generación o se enfrenta a las jerarquías franquistas en defensa de la libertad de expresión.

Con un título extraído de un verso de las “Metamorfosis” de Ovidio, el último volumen de memorias, “Cuando las horas veloces” cubre el período que va desde finales de los años 60 y principios de 1980, “unos años en los que Barral vio cómo todos sus proyectos naufragaban”: dimisión de sus cargos en Seix Barral, dispersión del grupo de Formentor.

El envejecimiento prematuro, tanto físico como mental, la muerte de amigos como los suicidas Gabriel Ferrater y Alfonso Costafreda y la adulteración comercial de su oficio llenan las últimas meditaciones de Barral.

El volumen se cierra con sus inacabadas “Memorias de infancia”, de las que sólo pudo escribir dos capítulos, en los que, a decir del editor, “destaca la objetivación del punto de vista del niño, convertido en un personaje separado del narrador por la distancia del recuerdo”.

La publicación de “Memorias” ha coincidido con una exposición homenaje en la Biblioteca de Cataluña en la que muestran los manuscritos originales de estos textos autobiográficos.

Estructurada en seis ámbitos, la muestra permite pasear por la Escuela de Barcelona, además de conocer al Barral editor, poeta, memorialista y político (senador y europarlamentario socialista), además de una selección de libros dedicados por nombres como Vicente Aleixandre, Gil de Biedma, Pablo Neruda, Joan Vinyoli, Octavio Paz o José Agustín Goytisolo.

Una selección de la correspondencia mantenida por Barral con Alfonso Costafreda, Valentino Bompiani, Giangiacomo Feltrinelli u Octavio Paz; los esquemas para la escritura de su poema “La dame à la licorne”, del libro “Figuración y fuga”, son otros documentos expuestos.