Museo del Diseño inaugura la muestra más completa del arquitecto Adolf Loos

La obra de Adolf Loos como creador de interiores y diseñador de mobiliario centran “Adolf Loos. Espacios privados”, la exposición que mañana se inaugura en el Museo del Diseño de Barcelona, la más completa reunida hasta ahora sobre este vienés, precursor del racionalismo arquitectónico.

La comisaria de la muestra, Pilar Parcerisas, ha explicado hoy que Loos es un personaje “clave de la modernidad”, que se enfrentó al movimiento arquitectónico dominante de su época y todavía despierta recelos en su ciudad.

“Quizás por ello, la exposición más importante que se ha hecho sobre él se ha gestado en Barcelona, y en Viena”, ha aclarado la comisaria de esta muestra, que estará en Barcelona hasta el 25 de febrero y en CaixaForum Madrid del 28 de marzo al 24 de junio.

La polémica rodeó la vida de Loos, que vivió entre 1870 y 1933, tuvo pocos encargos institucionales y se convirtió en el arquitecto de los espacios privados, íntimos y confortables, y de los exteriores simples y desnudos; una característica muy adecuada para el Museo del Diseño, según su directora, Pilar Vélez.

Más de 120 muebles concebidos o seleccionados por Loos entre 1899 y 1931 para sus espacios interiores conforman la exposición, que se complementa con material documental, fotografías de la época, litografías, dibujos, escritos, planos y maquetas de obras y proyectos.

En total, 218 piezas que provienen sobre todo de la colección privada de Julius Hummel, así como de varios museos de Viena y del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB).

La muestra empieza con una primera sala que explica el contexto histórico en el que se desarrollo la carrera de Loos: la Viena 'fin de siècle', con fachadas historicistas y ornamentadas promovidas por la decadente monarquía de los Habsburgo, contra la que reaccionaron los modernistas que formaban la denominada Secesión de Viena.

Loos buscó la alternativa al historicismos lejos de la Secesión, que él consideraba elitista y poco funcional, y utilizó el principio de racionalidad para crear espacios cómodos y prácticos para el hombre moderno.

“Es el Marcel Duchamp de la arquitectura”, ha dicho la comisaria, que ha recordado que Loos se negaba a sí mismo y a todos los arquitectos la categoría de artista y los consideraba “albañiles que saben latín”.

Loos era contrario a la ornamentación innecesaria y los objetos decorativos inútiles, como se puede ver en la segunda sala de la exposición, donde se expone mobiliario y fotografías del Café Museum, un local luminoso con el que revolucionó la arquitectura vienesa.

De la tercera sala cabe destacar la fotografía de gran formato de la habitación que diseñó para su primera mujer Lina Loos, un espacio totalmente blanco y “tremendamente moderno para la época”, según la comisaria, que ha recordado que fue diseñado en la misma época que Gaudí levantó la Casa Milà.

La exposición continúa entre lámparas, sofás y sillas, hasta una maqueta de la Casa Steiner, que representa fielmente la filosofía Loos, con una fachada austera, que es el resultado de su interior, con ventanas que no son propiamente ventanas, sino espacios de luz colocados en función de las necesidades interiores.

“Para Loos la fachada no cuenta. Él diseña espacios interiores y los exteriores son consecuencia de estos interiores. Si hace falta una entrada de luz, se pone una ventana, quede como quedé por fuera. Es como darle la vuelta al calcetín”, ha explicado la comisaria.

En su opinión, Loos cuida y preserva la intimidad, “algo que vale la pena recuperar en estos tiempos exhibicionismo público, en el que necesitamos volver al espacio íntimo”.