Museos móviles, el nuevo reto de la Fundación Serralves para llevar arte a todo el mundo

La Fundación Serralves, uno de los referentes internacionales del arte contemporáneo, quiere que todo su legado, compuesto por 4.300 obras de arte, se pueda mostrar a todo el mundo, para lo que ha creado un pabellón expositivo móvil que permitirá lucir sus obras en cualquier lugar.

Se trata de la llamada “arquitectura 3.0” puesta al servicio del arte, que ha posibilitado a través de un concurso de ideas el diseño de un pabellón que, en un principio, ha sido creado para que la Fundación Serralves celebre exposiciones itinerantes en todo el territorio portugués.

En una primera fase la iniciativa se centrará en ciudades portuguesas, aunque los organizadores no descartan que la novedosa infraestructura llegue a ciudades españolas o de otros países de Europa, explicó hoy a Efe Ana Maio, arquitecta coordinadora de dicho proyecto.

Durante el pasado 2017, la Fundación Serralves -con sede en la Casa Serralves de Oporto- organizó 25 exposiciones de arte fuera de su sede y logró que medio millón de personas visitaran las colecciones que exhibió.

En un plazo aproximado de un año, una vez construido el pabellón expositivo móvil, las exposiciones de arte contemporáneo de Serralves serán “llave en mano”.

En numerosas ocasiones las salas expositivas son un problema para organizar muestras itinerantes, ya que pueden estar ocupadas o no reunir los requisitos mínimos que pueda exigir el comisario, sobre todo, de iluminación, humedad, temperatura o espacio.

La idea lanzada por la Fundación Serralves, pionera en Portugal, se concretó a través de un concurso en el que participaron una decena de arquitectos portugueses, del que resultó vencedor el despacho “And-Ré”, con sede en Oporto y formado por los arquitectos Bruno André y Francisco Ré.

El proyecto ganador, cuyo presupuesto de ejecución superará el medio millón de euros, es un conjunto de módulos que se pueden usar para exposiciones de mayor o menor dimensión, ya que se pueden habilitar dependencias de entre 200 y 600 metros cuadrados, en función de la necesidad y el espacio.

“Son módulos de hormigón que se podrán montar, desmontar y transportar fácilmente, y que se adaptarán a los recintos urbanos de las ciudades donde llevemos las exposiciones itinerantes”, según explicó Maio, arquitecta que durante varios años cursó su doctorado en la Universidad Politécnica de Cataluña, en Barcelona.

Esta iniciativa, además de poner en valor el arte de jóvenes artistas, también promueve la internacionalización de la arquitectura portuguesa a través del programa “Arquitectura 3.0, promoción de nuevos modelos de internacionalización”.

Las diez mejores soluciones innovadoras propuestas en este concurso de ideas se encuentran expuestas, hasta el próximo 24 de febrero, en la Fundación Serralves, donde se pueden contemplar los proyectos arquitectónicos finalistas.

La muestra está acompañada, desde el pasado 24 de enero, de la celebración, también en la Fundación Serralves, de unas jornadas de trabajo tituladas “Retos de la Arquitectura Internacional” en el marco del proyecto “Arquitectura 3.0”.

En ellas, los arquitectos más relevantes de Portugal analizan diferentes iniciativas arquitectónicas de éxito de los últimos años con el objetivo de ser más competitivos a nivel global e “internacionalizar” sus trabajos.

Las jornadas concluyen hoy en la Casa-Museo de Serralves con una serie de ponencias sobre mercadotecnia y comunicación digital al servicio de la arquitectura.