Ozon presenta en Donostia su cinta más “rarita”: “Una nueva amiga”

François Ozon, ganador de la Concha de Oro en 2011, regresa al Festival de San Sebastián con “Una nueva amiga”, una cinta que “quiso ser una gran historia de amor, al estilo Hollywood, de cuento de hadas total”, ha dicho el realizador francés a Efe, pero “en la que acaban pasando cosas muy raritas”.

Con su enorme sonrisa y sus habituales suaves maneras, el realizador parisino ha regresado a San Sebastián “encantado” de que le volvieran a invitar, porque este festival le “trae suerte”, ha dicho.

“Me he sentido muy agradecido de que me volvieran a invitar dos años después de 'En la casa', pero lo que más me gusta de Donostia es que aquí hay público de verdad, cosa que no ocurre en Cannes ni en Venecia, donde siempre tienes la impresión de que van a por ti, de que te van a dar con la regla en los nudillos”, apunta.

Tras saber que en el pase matinal de “Una nueva amiga” el público donostiarra se ha reído en varias ocasiones, ha comentado: “Mejor, porque ya tenía ganas de hacer una película popular”.

Y ha reconocido que sentía curiosidad porque no tendría otra referencia de la reacción de los espectadores hasta noviembre, cuando se estrene en Francia.

Aunque la película habla del amor más allá de la muerte, de la aceptación y de la amistad, primero, entre dos mujeres, y a la muerte de una de ellas, de la otra con el viudo que resulta ser un travesti, Ozon no ha querido dar a la cinta un tono “agresivo o violento”, ha dicho, sino más bien el que “permitiese entrar sin más” al espectador, “que aceptaran la diferencia sin más”.

Eso sí, con esos matices “raritos” que el director apunta y de los que se ríen tanto el protagonista David/Virginia, Roman Duris, como su amiga Claire, Anaïs Demoustier, quienes han explicado en una rueda de prensa celebrada en el Kursaal que Ozon ya les había advertido de que quería hacer un melodrama.

“Mi personaje es muy misterioso y silencioso, observa mucho, tengo la impresión de que la película se ve a través de mi mirada, para mí es importante que vean la transformación de David a través de mis ojos”, ha apuntado la actriz francesa.

Duris, por su parte, ha señalado que, a pesar del evidente paralelismo de la transformación de su personaje con la de Dustin Hoffman en “Tootsie”, él solo vincula sus trabajos en que “a partir de un momento, te olvidas de si tienes delante a un hombre o a una mujer, es una criatura sobre la que no te planteas nada”.

“'Tootsie' era una criatura sin género y esto es lo que yo quería hacer con Virginia”, ha dicho.

En ese sentido, Ozon ha considerado que “el corazón de la película” es una escena en la que las dos “amigas” se van a ver un espectáculo de travestis.

“Para mí lo importante de esa escena es mostrar un momento de felicidad total de Claire y Virginia; es verdad que es un bar gay, pero allí hay mujeres, hombres, negros, blancos, jóvenes, viejos... de todo, y justamente allí nadie mira a Virginia; ese es el momento en el que las dos son totalmente felices”, ha dicho.

Y ha reconocido que espera llevarse “algo para casa, ¿por qué no?”, ha señalado.